La cocinera internacional Christina Sunae también estará compartiendo sus saberes y experiencias en esta nueva edición de Bariloche a la Carta.

Su vida transcurre entre Filipinas y Argentina, extremos que la encuentran cada seis meses atendiendo sus emprendimientos gastronómicos.

Recientemente presentó un libro en el que invita a conocer más de cerca la cultura asiática a través de sus recetas y vivencias. En esta ocasión, nos cuenta también sus impresiones de las particularidades del «paladar» argentino.

Multicultural

Nació en Carolina del Sur, hija de una coreana y un militar estadounidense. «Con mi madre de crianza vivimos en Estados Unidos y luego nos mudamos a Filipinas porque ella quería volver a su país», cuenta. «Mi papá era gastronómico y también militar, mecánico de aviones. Así llegó a Filipinas”. Al crecer, Christina regresó a su país natal, donde trabajó en Nueva York en gastronomía y marketing.

«En Filipinas todo pasa alrededor de la comida”, señala. «Allí nos pasamos comiendo todo el día. Se desayuna, y luego hay una merienda seguida por el almuerzo. También está la merienda de la tarde y luego la cena. Además, siempre en la calle hay comida para comprar.

Según expresa, en Argentina las costumbres en relación a las comidas son distintas. ”Veo a mis amigas que se cuidan mucho. El filipino no es así. Aquí no hay una merienda después del desayuno. Además, el argentino puede desayunar solamente con un mate y un pancito, y arrancar el día”, dice.

Aquí y allá

«En 2009 empecé con mi propio lugar. Comencé con platos tradicionales como el pescado frito y algunos picantes, que siempre uso, pero que no lo son tanto. Al principio los clientes argentinos se quejaban pero al mismo tiempo volvían al restaurante, así que creo que les terminó gustando”, cuenta.

“El paladar argentino está cambiando mucho. Veo que cada vez está más orientado hacia lo asiático. Vemos que el mundo se va achicando. La gente viaja, busca más en Internet, y hay una generación más joven que cambió su manera de comer; ya no es tan tradicional y se busca que sea más sana y natural”, responde cuando se la consulta sobre su visión de los gustos argentinos.

En Buenos Aires se hizo conocer por sus dos restaurantes; Cocina Sunae que funcionó en Villa Urquiza, y Sunae Asian Cantina, con un local ubicado en Palermo. A fines de diciembre de 2019 abrió las puertas de Apu Nena. «Apu se traduce como “abuela” en Filipino y Nena es su nombre. Es un local de tapas asiáticas. Tengo otro restaurante en Manila, Filipinas que se llama Sunae, desde donde llegué hace pocos días”, explica.

Filipinas y su impronta

Filipinas es un país atravesado por la línea del Ecuador, «hace mucho calor, hay unas 7000 islas, por lo que la mayor parte de su territorio está vinculado al mar. Hay mariscos, pescado, y además hortalizas y frutas tropicales. No se tira nada, todo se aprovecha».

De este intenso recorrido, nació su libro “Kusinera Filipina”, de Editorial Catapulta, y que más que un compendio de 70 recetas, es una obra «cultural, con muchas fotos de la gente. «Queríamos mostrar cómo es la cultura filipina y sus paisajes”, dice.

«Filipinas y Argentina son mi casa. Disfruto mucho estar en cada uno de sus lugares. Me hace abrir mucho los ojos», finaliza.

En Bariloche

En BALC cocinará junto a Ximena Sáenz y Julieta Caruso en el Hotel Llao Llao. Elaborarán un menú en el que las tres aportarán sus talentos, ingredientes y sabores preferidos. «Julieta fue a Filipinas, se quedó un mes y conoce mucho sobre los productos y la cocina. Sé que en sus restaurantes y en sus producciones siempre hay un toque asiático».

Será la primera vez en Bariloche a la Carta. «Quiero disfrutar de un buen tiempo con mis amigas y el público. Sé que la vamos a pasar «bomba» cocinando juntas”, finaliza.

Bariloche a la Carta es organizado por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB). Recibe el acompañamiento del Gobierno de Rio Negro, el EMPROTUR y la Municipalidad de Bariloche, así como el compromiso de los sponsors privados que se suman a la propuesta.