El torneo, disputado en Austin, Texas, fue todo un éxito de Sam Burns con ocho birdies en los últios diez hoyos que le sirvieron para derrotar en la final a Cameron Young por 6 y 5 sobre los 18. Detrás de ambos se ubicó Scottie Scheffler que derrotó a Rory McIlroy 2 y 1 terminando cuarto.

Burns ganó por quinta vez en el PGA Tour. Young tuvo una ventaja temprana. Burns cuadró el partido en el quinto hoyo y tomó la delantera con un chip-and-putt birdie en el sexto par 5. Y luego, en el siguiente hoyo, Young falló un putt para par de 6 pies y cayó 2 abajo. Fue su primer bogey desde el hoyo siete del jueves.

Lo más destacado fue su victoria en la semifinal sobre McIlroy, quien estuvo en pleno vuelo durante gran parte de la semana. McIlroy estaba 2 arriba con tres hoyos por jugar cuando Young ganó el 16 con un birdie y luego conectó un ingenioso pitch-and-run cuesta arriba y su putt más puro de la semana.

GOLPAZO

Posiblemente sea el golpe del torneo el dado por Rory McIlroy en el hoyo 18 durante la segunda jornada del Mundial Match Play. Un cañonazo de 342 mts. de longitud. Un auténtico golpazo desde el tee en ese par 4 que botaba en el mismo green tras más de 320 metros de vuelo con el que dejaba la bola a un metro de la bandera para anotar el eagle y con ello hacerse con el triunfo ante Denny McCarthy por 2Up anulando el birdie del estadounidense.-

¿EL ÚLTIMO TORNEO POR MATCH PLAY?

Los comentaristas opinaban que es muy probable que este juego de Match Play desaparezca de los encuentros del PGA Tour. Sostienen en su mayoría que es un formato que nunca funcionó realmente, a pesar de los mejores esfuerzos del circuito, una serie de lugares inmemorables y un historial decididamente pobre de entregar los enfrentamientos que importan.

Pero con el Masters acercándose en dos semanas, cada vez es más fácil para algunos jugadoresde los importantes, saltarse lo que puede ser una semana agotadora.