Alberto Weretilneck presentó los candidatos de Juntos Somos Río Negro de cara a las elecciones legislativas que se realizarán en el mes de octubre. La elección de jefe partidario generó un fuerte cimbronazo dentro del partido gobernante. ADN editorializó sobre el tema respecto al diputado barilochense.-

«El actual diputado Agustín Domingo, que tiene mandato hasta diciembre, tenía la expectativa de trabajar por otros cuatro años más en el Congreso. A su favor, tenía la certeza de haber hecho cuanta acción requerida por Weretilneck hubo en casi cuatro años de gestión. Pese a tener diferencias, nunca sacó los pies del plato y fue un obediente diputado. Sin embargo esto no bastó y el mandatario provincial se inclinó por el ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Muena, otro dirigente de Bariloche, con juventud y carisma, y prácticamente sin argumentos en su contra.

Si algo se puede leer de la elección del Gobernador, es que optó por su círculo íntimo y de extrema confianza. No da lugar a dudas ni a personas que le generen inseguridades de ningún tipo.

Esto generó que Domingo, debiera relegar, una vez más, sus intenciones políticas. Tal como había sucedido hace dos años, cuando pretendió ser el elegido de Weretilneck para disputar la Intendencia de la ciudad turística más importante del país, y también vio frustradas sus pretensiones.

Actualmente, el parlamentario se encuentra respaldando fuertemente la gestión de Walter Cortés. Se dice que cogobierna con el sindicalista, que coordina su equipo económico e incluso sonó fuerte los últimos días, para ser el nuevo secretario de Hacienda del municipio andino. A su vez, el jefe comunal le agradece cada vez que puede, tanto en público como en privado, su acompañamiento incondicional.

Este martes, al conocerse la fórmula de Juntos, Domingo perdió la paciencia y de manera casi inmediata, su teléfono comenzó a sonar. Del otro lado de la línea, los (buitres) libertarios pretenden convencerlo de que pegue el salto y se pinte de violeta. Esa versión también circula hace semanas.

El perfil del dirigente tiene cuantiosas semejanzas con las ideas libertarias y desde lo ideológico, no habría mayores inconvenientes. La idea no parece descabellada, pero lo más rutilante, sería alejarse de las filas verdes, para pegar el portazo y dejar el espacio que lo llevó a una carrera de poder muy importante cuando era un total desconocido de la política.

Por lo tanto, el todavía diputado hoy se encuentra en una encrucijada, donde se debate entre quedarse dentro de Juntos a desgano, o (la traición de) convertirse en una figura relevante del partido de Javier Milei en la provincia. Incluso, (suponen) no descartaría llevarse consigo al propio Cortés. Así las cosas, deberá optar por ser cabeza de ratón o cola de léon, y ahí radica su disyuntiva». (ADN y propia)