BASHIRI, LA MOMIA «INTOCABLE» QUE NINGÚN EGIPTÓLOGO SE ATREVE A DESENVOLVER

Bashiri sigue cautivando a los egiptólogos: esta momia se distingue por el cuidado y la precisión con que fue envuelta por los antiguos embalsamadores, y porque todavía quedan misterios en su interior que aún no se han podido desentrañar. Bashiri en árabe significa «profeta» o «aquel que puede predecir el futuro».-
En el corazón del Museo Egipcio de El Cairo descansa una figura que, más de un siglo después de su descubrimiento, continúa despertando el asombro y la curiosidad de los expertos: la momia Bashiri. Hallada en el Valle de los Reyes por el célebre arqueólogo británico Howard Carter, su nombre —que en árabe significa «profeta» o «aquel que puede predecir el futuro»— ya sugiere el aura de misterio que la envuelve.
Datada en el siglo III a.C., Bashiri destaca no solo por su antigüedad o su excelente estado de conservación, sino por el exquisito cuidado con el que fue embalsamada. Sus finísimos vendajes de lino forman sobre el rostro un patrón geométrico que recuerda a las pirámides de Giza, una muestra del respeto y la meticulosidad con la que se trató este cuerpo.
Una momia que nunca ha sido abierta
La complejidad del vendaje apunta a que se trató de una persona de alto rango social en el Egipto antiguo. Y, sin embargo, pese a su relevancia, la momia nunca ha sido abierta. A diferencia de muchas otras que han sido estudiadas a fondo, los egiptólogos se han mostrado reticentes a intervenir sobre Bashiri.
El motivo es claro: cualquier intento de desenvolverla podría provocar daños irreparables a sus delicadas envolturas, consideradas una auténtica obra maestra del arte funerario. Por eso, entre los especialistas, se la conoce como “la intocable”. Esta limitación ha sido, al mismo tiempo, una fuente de frustración y fascinación para los investigadores.
La imposibilidad de acceder a su interior con métodos tradicionales ha contribuido a alimentar su leyenda. Como si la propia Bashiri se resistiera a revelar sus secretos, plantea un desafío constante a quienes buscan reconstruir su historia desde el más allá. Pero la ciencia ha comenzado a dar respuestas sin necesidad de alterar la momia.
La tecnología ofrece una oportunidad para desenvolver a Bashiri
Gracias a tecnologías avanzadas, como la tomografía computarizada de alta resolución y otros sistemas de imagen no invasiva, los expertos en egiptología han podido estudiar en detalle las capas de lino, identificar patrones en su estructura y revelar objetos rituales ocultos entre los vendajes. Estos análisis han proporcionado pistas valiosas sobre su identidad, su estatus social y las prácticas funerarias que se realizaron durante su momificación.
Lejos de resolver todos los enigmas, estos avances han abierto nuevas vías de estudio que permiten preservar la integridad física de Bashiri sin renunciar al conocimiento que puede ofrecer. Porque, a pesar de la tecnología, la momia sigue siendo frágil y única, y su conservación es una prioridad para las generaciones futuras.
Bashiri es, sin duda, un ejemplo fascinante de cómo la arqueología del siglo XXI se enfrenta al pasado: con respeto, cautela y una enorme dosis de paciencia. Un testimonio de que incluso en la era de las grandes innovaciones científicas, el misterio sigue siendo parte esencial del legado del antiguo Egipto. (National Geographic)