BUEN BALANCE PARA LA ECONOMÍA DE LA CIUDAD TRAS EL FERIADO LARGO
Un dato favorable para el destino Bariloche, es lo que se recaudará en concepto de Ecotasa durante estos cuatro días, con tres noches de pernocte que es justo el tiempo mínimo de pago de dicho cánon, que ha dado numerosas obras de infraestructura a la localidad.
En la actualidad, con los fondos recaudados por ese concepto se continúan haciendo obras como paseos en el lago, en el Oeste, miradores, se está reacondicionando la histórica Casa Bachmann y se emprenderán sanitarios en el Centro Cívico y la mejora integral de escaleras y espacios verdes céntricos.
Para Bariloche, todo indica que este invierno será tan provechoso como el pasado verano, con miles de visitantes y con resultados muy favorables para la principal ciudad turística de la provincia.
La pandemia y la consecuente cuarentena obligatoria, demostraron a todas luces, que la economía de nuestra ciudad, vive en un gran porcentaje del turismo y que sin los cientos de miles de visitantes que llegan anualmente, no podría sostenerse. Y el impacto que eso tendría en la economía municipal y provincial sería mayúsculo.
Pero para ese crecimiento sostenido y esa consolidación como destino turístico, se ha trabajado incansablemente. Solo basta recordar que Bariloche no paró un instante en plena cuarentena y lanzó campañas promocionales donde el mensaje fue siempre enfocado hacia la reactivación. Por aquellos tiempos, EMPROTUR realizó cuatro campañas simultáneas segmentando al público e invitándolo a descubrir sus maravillas naturales post aperturas.
Los paisajes barilochenses se convirtieron a partir del verano de 20/21 hasta la fecha, en la “vedette” de la Argentina. Primera en cuanta encuesta surgió, en las preferencias vacacionales y en el uso del programa PreViaje por dos años consecutivos, se trasformó en el destino más importante del país y eso repercute en su movimiento diario.
Incluso, desde las aperturas post pandemia que Bariloche ya no siente las bajas temporadas tan profundas como antes, algo que ya era tendencia antes del surgimiento del Coronavirus, pero que naturalmente se había frenado con los cierres totales.