MÁS CLAVES PARA ENTENDER EL CONFLICTO DE UCRANIA
Nota de opinión de Karen Mendez Loffredo (*): Después de una escalada de agresiones por parte del Gobierno ucraniano contra las poblaciones de Donestk y Lugansk, que desde 2014 se opusieron al golpe de Estado, el Gobierno ruso desplegó una operación militar en ese país para proteger a la ciudadanía de un «genocidio» y defender su propia seguridad.
Durante las primeras semanas de febrero, Estados Unidos y sus aliados occidentales aseguraron que el día 15 de ese mes Rusia «invadiría» Ucrania. El hecho no ocurrió. Desde entonces, lo que sí ha sucedido es que el Gobierno ucraniano, que ha recibido armas de Estados Unidos, Gran Bretaña y apoyo militar de la OTAN, inició una escalada militar contra la población del este de Ucrania, donde viven aproximadamente 800.000 ciudadanos rusos, descendientes y ruso-parlantes, lanzó varios ataques contra la provincia rusa de Rostov y destruyó un puesto de control fronterizo en territorio ruso.
Esto provocó que el 22 de febrero el presidente Vladímir Putin denunciara ante el mundo que se estaba cometiendo un «genocidio» contra los casi cuatro millones de ciudadanos que viven en el este de Ucrania, en su mayoría rusoparlantes que habían ganado las elecciónes contra la derecha de Zelensky, y decidiera reconocer de forma inmediata la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Se trata de dos territorios de la región de Donbás, que en el año 2014 se proclamaron repúblicas independientes y se alzaron en armas en rechazo al golpe de Estado de ese año, en el que Estados Unidos jugó un papel clave al promover el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, quien era partidario de mantener buenas relaciones con Moscú y abrió el camino de Zelensky.-
«La decisión de Rusia estuvo propiciada por la ofensiva que lanzó el Gobierno ucraniano desde mediados de febrero contra la región de Donbás, donde han incrementado notablemente los bombardeos contra esa población. La gente en Rusia ve cómo estaban masacrando a sus hermanos de Donbás y, claro, al final el Gobierno ruso tenía que hacer algo», asegura Xabier de Miguel a Sputnik, miembro del Comité de Solidaridad Euskal Herria-Donbass.
Por su parte, el periodista vasco Ibai Trebiño, quien estuvo en los territorios del Donbás durante los años 2014 y 2015, asegura a Sputnik que esta decisión se tomó ante el reiterado incumplimiento de los Acuerdos de Minsk (el camino negociado que impulsó Rusia) y las amenazas a la seguridad rusa por parte de Estados Unidos y la OTAN.
«Sin duda alguna el Gobierno ruso ya está cansado de las amenazas occidentales, de que te pongan la guerra en las puertas de tu casa, no solo ahora, sino con la crisis de Osetia de 2008, en Crimea 2014 y ahora con las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Yo creo que Rusia ha dado un puñetazo encima de la mesa para decir basta y me parece que es una buena manera también de demostrar músculo frente a occidente», opina Trebiño.
Los principales actores
Para entender lo que sucede ahora en Ucrania hay que remontarse al año 2014, cuando Estados Unidos y sus aliados occidentales promovieron un golpe de Estado en ese país para sacar del poder al presidente Víktor Yanukóvich.
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«En estos ocho años, Estados Unidos ha jugado un papel central. Ellos tuvieron mucho que ver en el golpe de Estado, fueron los que cambiaron el Gobierno, los que financiaron las protestas en el Maidán. No decimos que la gente no tenía razones para protestar contra el Gobierno por la pobreza, la corrupción y otros problemas, lo que decimos es que hubo una manipulación por parte de determinados sectores ucranianos, alimentados y financiados por Estados Unidos para cambiar un Gobierno que era más proclive a tener mejores relaciones con Rusia.
Eso no le interesaba a Estados Unidos. Hay que recordar que por la plaza Maidán se pasearon representantes de Estados Unidos como John McCain y Victoria Nuland. Siempre se vio que era una campaña orquestada, una estrategia de Estados Unidos para ir contra Rusia», indica De Miguel.
Trebiño, por su parte, califica el papel de Estados Unidos y la Unión Europea durante el golpe de Estado como un «auténtico escándalo».
«Vimos cómo se paseaba John McCain y agentes europeos por la plaza Maidán incitando a la gente a tomar el poder en Ucrania. A nadie se le ocurriría ver a Putin en la Plaza del Zócalo provocando un intento de cambio de Gobierno en México. Además, en el plano militar, Estados Unidos armó y equipó a Ucrania, desplegó misiles en esa zona.
No creo que a Estados Unidos le hiciera mucha gracia que López Obrador pusiera misiles balísticos rusos, que le haya dado Putin, en la frontera con Estados Unidos. Por eso, en Ucrania, Estados Unidos ha jugado un papel determinante», resalta.
¿Qué pasó después del golpe?
Una vez concretado el golpe de Estado en Ucrania en el año 2014, las nuevas autoridades iniciaron diversos despliegues militares para neutralizar a quienes se oponían al nuevo régimen y al auge de grupos neonazis. Fue entonces cuando el país se fracturó.
En Crimea convocaron un referéndum y más del 90% de la población votó a favor de reunificarse con Rusia, mientras que, en el este, específicamente en Donetsk y Lugansk, se alzaron en armas y también convocaron dos referéndums, aprobados por la mayoría de la población, para declararse repúblicas independientes. Trebiño asegura que lo que se vivió entonces en el este del país fue un «auténtico horror».
«La otra vez Putin hablaba de genocidio en el este de Ucrania. A mí no me gusta banalizar mucho esa palabra, pero es que si nos ceñimos a la descripción de lo que es un genocidio podríamos decir efectivamente que en Donbás existe un genocidio por parte del Gobierno ucraniano. Lo que vimos fue tremendo: gente que había perdido sus familias, sus casas, eran bombardeos sistemáticos y continuos, especialmente contra la población civil.
Eso era lo más sorprendente, que ni siquiera era una guerra simétrica donde se bombardeaban entre fuerzas militares. No, no, era un horror, un auténtico genocidio lo que hacían contra la población civil. Hay que subrayar también que el Gobierno ucraniano ha utilizado armas prohibidas por los convenios internacionales, como fósforo blanco, y nosotros fuimos testigo de todo aquello», asegura Trebiño.
Las masacres que no te contaron
Trebiño lamenta el tratamiento informativo que han hecho las grandes corporaciones mediáticas sobre este conflicto. Asegura que de forma interesada «ocultan todo y no cuentan nada».
«Muchas veces se obvia, pero es muy importante recordar que el 2 de mayo de 2014 grupos de extrema derecha asaltaron la casa de los sindicatos en Odessa y quemaron viva a la gente que estaba allí, provocaron decenas de muertos.
Una semana después, el 9 de mayo, cuando la gente celebraba en las calles el Día de la Victoria, que es una fecha muy importante en el espacio postsoviético porque se celebra el día de la victoria sobre los nazis, tanques ucranianos entraron en la ciudad de Mariúpol, dispararon contra civiles y provocaron otra decena de muertos.
Las nuevas autoridades de Ucrania buscaban desde entonces acabar con cualquier minoría étnica que no fuera ucraniana; y por ese miedo que provocaron es que en el este de Ucrania deciden organizarse, convocar dos referéndums e independizarse. Todos esos hechos son silenciados en la Unión Europea y por la prensa occidental. Son silenciados totalmente», lamenta Trebiño.
De Miguel agrega que ha sido tanta la manipulación mediática y la ocultación de información sobre el ataque del Gobierno ucraniano contra su propio pueblo, que en el año 2015 varios activistas decidieron crear el Comité de Solidaridad Euskal Herria-Donbass.
«Nos dedicamos principalmente a explicar lo que sucede en Donbás a través de redes sociales, por nuestra web, damos charlas. Informamos a diario lo que sucede. También hemos enviado ayuda humanitaria: medicinas y alimentos, especialmente.
En colaboración con otros compañeros del País Vasco y de Aragón logramos enviar a Donbás tres toneladas de ropa, alimentos y medicinas. También hemos ayudado con dinero para los orfanatos de esas regiones», indica.
¿A quién le conviene la guerra?
Cuando Estados Unidos inició la campaña diciendo que Ucrania sería invadida, el propio presidente ucraniano pidió a Estados Unidos no «incitar el pánico» porque las «informaciones alarmantes» diciendo que era «inminente» una agresión rusa le costó al país una fuga de capitales de 12.500 millones de dólares.
A su vez, agregó que su país no percibía una escalada significativa de tropas rusas. Sin embargo, estas peticiones del Gobierno ucraniano al presidente Biden no se volvieron a escuchar luego de que Estados Unidos y el Reino Unido ofrecieran ayuda económica a Ucrania pocos días después.
Para Xabier de Miguel, alguna de las razones de EEUU y sus aliados para generar este conflicto sería crear un «enemigo externo» y así ocultar los problemas internos en sus propias naciones.
«La campaña contra Rusia viene de los países anglosajones: Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, los mismos que están financiando con armas a Ucrania. Estados Unidos y Reino Unido tienen muchos problemas internos y esto les permite crear un enemigo externo, que en este caso es Rusia, para lograr que la población cierre filas con ellos y ocultar las miserias que tienen en sus propios países.
Ya vimos que el primer ministro Boris Johnson está metido en un escándalo por las fiestas que ha hecho durante la pandemia. Estados Unidos, por su parte, tiene graves problemas internos, económicos y sociales, con una población fuertemente polarizada. Esto les permite distraer la atención, decir que Rusia es un enemigo externo y que la población cierre filas con ellos».
El Nord Stream 2 en la mira
Trebiño, por su parte, considera que este conflicto busca torpedear las «relaciones naturales» que deberían existir entre Rusia y Europa; una escalada que precisamente se agudizó cuando se concluyó la construcción del gasoducto Nord Stream 2 y empezó el llenado de la segunda tubería de este oleoducto que llevaría directamente gas de Rusia a Alemania a través del mar Báltico. Estados Unidos ha rechazado este gasoducto a la vez que ha ofrecido a Europa la venta de su propio gas licuado.
«Es una manera de garantizar que Estados Unidos sea el proveedor de gas a la Unión Europea. A mí lo que me sorprende mucho es que la prensa ni siquiera mencionara el hecho de que Biden visitara al emir de Qatar para negociar los precios del gas en Europa. Es como si alguien va de tu parte donde el vecino para cortarte el gas y luego se vaya a negociar con otra empresa para venderte el gas.
Es un absurdo total. Un absurdo total tener que pagar más dinero para importar gas porque el señor Biden es un caprichoso. Parece que en este conflicto no solo hemos olvidado las claves geopolíticas, sino el sentido común», indica Trebiño.
¿Rusia la enemiga?
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha denunciado que que la OTAN está cercando a Rusia y que Ucrania, con el apoyo de esta alianza y de EEUU, podría convertirse en una «plataforma» de ataques contra Rusia porque ahora desde ese país vecino podrían lanzar misiles hipersónicos que solo tardarían entre cuatro y cinco minutos para llegar a Moscú.
A su vez, Putin alertó que la OTAN quiere convertir a Rusia en un enemigo porque «no quieren una Rusia fuerte». «Es una cuestión de soberanía de los pueblos. No es que EEUU esté en contra de Rusia, es que EEUU está en contra de una Rusia soberana. Esa es la principal razón. A Estados Unidos le molesta mucho un mundo multipolar e intenta imponer un mundo unipolar donde Rusia y China estén subyugadas al poder occidental», concluye Trebiño.
(*) Karen Mendez Loffredo – corresponsal en España de la agencia Sputnik 23-04-2022 – 21 hs