Un delincuente armado ingresó a una panadería con la idea de llevarse la recaudación. Ocurrió aproximadamente a las 1 del martes, en un establecimiento de calle Angel Gallardo al que ingresó con la excusa de solicitar un vaso de agua y el sujeto extrajo un arma para amedrentar a la víctima pero huyó al percatarse que la mujer no se encontraba sola.

La damnificada en diálogo con los colegas del diario El Cordillerano aseguró que el ladrón saltó el mostrador para llegar hasta la caja registradora.

“No sé si se llevó algo, creería que no” dijo la víctima, aún acongojada por el atraco. Tras recibir la amenaza, la mujer corrió hacia la parte trasera del local donde estaba su pareja.

A gritos le avisó que el ladrón estaba armado y éste, al darse cuenta que la mujer no estaba sola, escapó corriendo del comercio.

La víctima, optó por no brindar sus datos por seguridad, dijo que una vez que recibió la amenaza, se refugió en la parte trasera del comercio y por ese motivo desconoce cuáles fueron los movimientos del ladrón.

“Capaz que falta algo, no lo sé pero tampoco me importa. Me importa mi vida, le tengo pánico a las armas y por eso lo único que pensé fue en esconderme”, aseguró.

Además, criticó la falta de presencia policial en las inmediaciones. “No pasan nunca por acá patrullando, no vemos policías” sentenció, y reclamó a las autoridades más recorridas de patrulleros y efectivos caminando, ya que el que sufrió “no fue el único robo ocurrido en la zona”.