EL AUTORITARISMO DE LA NUEVA CASTA. IMPONEN O SINO COMPRAN VOLUNTADES
Martín Menem quiso imponer este martes un cronograma de trabajo para las sesiones extraordinarias que irritó a Miguel Pichetto y la reunión que organizó con los aliados en su propio despacho, terminó mal. «La reunión fue mala, los libertarios quieren apurar todo y forzar los temas sin debate», dijo un diputado de Encuentro Federal.
El malestar alcanzó también a los radicales que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau, representados por Pablo Juliano, y los lilitos, que enviaron a la cita de los aliados al riojano a Maximiliano Ferraro. «No quieren debate, solo dictaminar. Si es solo dictamen, sin el debate necesario y en los plazos requeridos, no daremos quórum», advirtieron desde el pichettismo.
La bancada de Pichetto cuenta con 16 bancas, la de Manes tiene 12 y la de la Coalición Cívica acredita 6. En total, trepan a 34 diputados y, si se pliegan los 98 peronistas que lidera Germán Martínez, más los cinco de la izquierda, podrían computarse 137 legisladores contra la convocatoria a sesiones.