El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona señaló que «Argentina no negocia con terroristas», declaró de manera contundente en una conferencia de prensa, marcando el cambio drástico en la política hacia los reclamos territoriales mapuches. El anuncio se produjo solo un día después de que siete miembros de la comunidad de violentos de Mascardi fueran condenados por usurpación de tierras.

Las tierras en disputa, que comprenden unas siete hectáreas en Villa Mascardi, habían sido ocupadas en noviembre de 2017 por la comunidad. La anterior administración había intentado resolver el conflicto otorgandolas a través de la connivencia de un supuesto diálogo, mediado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, quien estaba a favor de esa comunidad y promovió la cesión de las tierras como una solución supuestamente pacífica que ocultaba en realidad el regalo.

El actual gobierno ha desestimado esa estrategia, optando por medidas más estrictas. «El gobierno anterior cedió ante la presión de grupos violentos. Nosotros no lo haremos», afirmó Cúneo Libarona. El ministro también instó a las fuerzas de seguridad a intervenir y desalojar las tierras ocupadas, destacando que la prioridad es restablecer el control estatal sobre los terrenos de Parques Nacionales.

La condena a los integrantes de la comunidad de violentos, acusados de usurpación y resistencia a la autoridad, fue vista como un punto clave en la decisión del gobierno de endurecer su postura. El juez federal Hugo Greca dictó sentencias de dos años de prisión en suspenso, lo que, según el gobierno, refuerza su enfoque de no ceder ante lo que consideran actos de terrorismo.

Cúneo Libarona también recordó episodios de violencia vinculados a este grupo, como el incendio de la cabaña “Los Radales” y un puesto de Gendarmería Nacional en 2022, lo que refuerza la necesidad, según el gobierno, de aplicar medidas más severas. «No permitiremos que el vandalismo y el terrorismo sigan siendo utilizados como herramientas de negociación», sostuvo el ministro.

El endurecimiento de las políticas en torno al conflicto territorial mapuche marca un punto de inflexión en la gestión gubernamental, alejándose de la connivencia y supuestos diálogos que la oculten para apostar por acciones directas y judiciales. Las próximas semanas serán clave para ver cómo se resuelve este tenso escenario en Villa Mascardi.