ENCUENTRAN EXCEPCIONAL MANUSCRITO DE HACE CUATRO MIL AÑOS
Investigadores de la Universidad de Granada informaron que la «carta» pertenece a la región mesopotámica entre los siglos XX-XVIII, de la Tercera Dinastía de Ur. Arqueólogos pudieron dilucidar un hallazgo histórico y cultural al cual consideraron como «excepcional», y que fue realizado mediante el sistema de notación cuneiforme, uno de los sistemas de escritura más antiguos de la historia.
El asunto es que el descubrimiento fue realizado por el investigador de la Universidad de Granada, Daniel Sánchez Muñoz, y se trata de una nueva inscripción real en lengua sumeria encontrada al estudiar un manuscrito en el Museo Sefardí de la ciudad española de Toledo, lugar que tantas veces fue fuente de hallazgos y descubrimientos históricos, culturales y patrimoniales como este que ahora llega de la mano de Sánchez Muñoz.
El texto de esta inscripción cuneiforme, tal como recoge Europa Press, se debe de contextualizar en lo que ocurre en Mesopotamia entre los siglos XX-XVIII antes de nuestra era. En esta época, diversos reinos luchaban por la hegemonía en el sur de Mesopotamia tras la desintegración del estado de los reyes de la Tercera Dinastía de Ur.
La importancia y antigüedad del caso es impactante y el propio investigador de Granada consideró el hallazgo como un hecho «excepcional» por su relevancia y escasez de antecedentes.
¿Qué decía el texto?
Actualmente, tal como ha explicado el profesor de la Universidad de Granada, se conocen dos duplicados de este texto, ambos conservados en clavos de fundación, esto es, conos de arcilla encajados en las paredes de los templos o capillas que dejaban constancia de la divinidad que allí vivía y de quién había construido o restaurado dicho espacio. Uno de esos manuscritos se halla en el Museo Sefardí de Toledo y es el que ahora ha aportado este descubrimiento.
El texto en sí dice lo siguiente: «Para Annunitum de Acadé, su señora, Enlil-bani, el pastor de todo lo existente en Nippur, el rey fuerte, el rey de Isin, el rey de Súmer y Acad, el marido, elegido de todo corazón, de Inana, le construyó el Ulma, su amada residencia en el interior de Isin».
«Este simple y breve texto nos puede recordar al de cualquier placa actual conmemorando la reforma o construcción de un edificio. Sin embargo, resulta excepcional, entre otros, por dos razones. Por una parte, hoy por hoy nos encontramos ante el testimonio más relevante para el estudio del culto a Annunitum en la ciudad mesopotámica de Isin» y aunque «cabía esperar un culto activo a esta diosa», «hasta ahora sólo teníamos una breve alusión al rey Isme-Dagan de Isin apelando a esta diosa para nombrar a una sacerdotisa», destacó Sánchez Muñoz.
Por otra parte, explicó al experto, la persona que mandó reconstruir esta capilla es Enlil-bani, un monarca que accedió al trono tras un momento de inestabilidad política en el reino de Isin y afrontó no menores dificultades durante su reinado. Por ejemplo, tuvo que reconquistar la ciudad Nippur (la capital religiosa y cultural de Mesopotamia en aquel entonces) tras ser tomada por el reino rival de Larsa. En este sentido, Enlil-bani pudo reconstruir esta capilla para no perder el favor de Annunitum en aquellos tiempos tan complicados.
Esto se sumaría a otras medidas que el mismo rey adoptó para controlar su reino, incluyendo una exención de impuestos y la reedificación de una muralla defensiva, según precisa este asiriólogo (especialista en lenguas y textos de la antigua Mesopotamia) e investigador contratado postdoctoral Margarita Salas en el departamento de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Granada.