FOTO DE FAMILIA, EL FRENTE DE FRENTES. DEL CONTUBERNIO, A LA CONCORDANCIA, LA UNIÓN DEMOCRÁTICA Y CAMBIEMOS
Nota de opinión de Ricardo Luis Mascheroni (*): CASI 100 AÑOS IGUAL. Quizás muchos argentinos desconozcan que en política, no hay nada nuevo bajo el sol y así las actuaciones, los posicionamientos y la ideología, de algunos, persisten en el tiempo, aunque ciertos personajes puedan cambiar.
Recientemente ha aparecido como novedad, en distintos medios de comunicación, la presentación de un Frente de Frentes, que se han retratado sonrientes en las llamadas fotos de familia, no sabemos de cuál, pero seguro son antinacionales y antipopulares, con una larga experiencia en violentar el estado de derecho y la constitución.
Fue Hipólito Yrigoyen, el primero en señalar estos rejuntes de amanuenses del poder, quién en 1924 denunciara la alianza espuria contra su gobierno, integrada por la U.C.R. anti personalista o anti yrigoyenista, el Partido Socialista Independiente, el Partido Conservador de Derecha, que en sociedad con los medios de comunicación de la época y la embajada inglesa, querían eliminar a la “chusma radical” y los logros de su gobierno.
La herramienta para ello, fue el CONTUBERNIO, que según la Real Academia Española se define: Cohabitación ilícita; Alianza o liga vituperable o Acuerdo para fines censurables.
Aquellos, a partir de esa fecha no cesaron de atacar a la gestión radical, por las conquistas sociales y la ampliación de derechos del pueblo.
En 1930 consiguen sus objetivos, mediante el primer golpe militar, del 6 de septiembre de ese año, en que derrocan al “Peludo”, e inmediatamente se transforman en la CONCORDANCIA, la nueva alianza a la que se suma la Corte Suprema de Justicia, que convalida los actos jurídicos de los golpistas, que a su vez originan una época terrible para los argentinos, que se llamó la DÉCADA INFAME (“estatuto legal del coloniaje”, al decir de A. Jauretche), que se mantuvo en el gobierno mediante lo que se conoció como “el fraude patriótico”, que “ impide el regreso de las masas entregadas a la demagogia y el poderío indiscriminado del número”, según afirmaba el conservador Manuel Fresco.
La oligarquía, en los festejos, con su mejor champán, decía: “YA NO HAY MAL OLOR EN LA CASA ROSADA”.
En este período el país, cayó a niveles nunca vistos de dependencia hacia la potencia dominante, Gran Bretaña, a través del pacto Roca-Runciman, que lo puso de rodillas y subordinación total ante el imperio. No por nada, Guillermo Leguizamón, un funcionario argentino, dijo “La Argentina es una de las joyas más preciadas de la corona de su Graciosa Majestad”, lo que le valió ser designado SIR.
La Concordancia, devino en 1945 en la Unión Democrática (UD), la que fue un nuevo Contubernio conformada entre una parte de la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Demócrata Progresista para hacer frente a la fórmula Juan D. Perón-Hortensio Quijano en las elecciones presidenciales de 1946. Esta ARMADA BRANCALEONE, contó con el apoyo decidido de Braden, embajador de los EE.UU.
A Perón, los pocos partidos que lo apoyaron fueron la U.C.R. Junta Renovadora, el Laborismo y el Partido Independiente y La Época (de orientación yrigoyenista), uno de los pocos diarios que actuó en su favor.
Todas esas alianzas antinacionales y antidemocráticas, continuaron operando y se manifestaron en la Revolución Libertadora de 1955, en el 1966 contra Illia, en 1976 contra el gobierno peronista, y en el golpe económico contra la gestión de Raúl Alfonsín.
En estas etapas siempre la finalidad y el objetivo fue el mismo, desguazar el Estado, dilapidar nuestro patrimonio, entregar los recursos naturales, hambrear a los sectores populares, endeudar el país, precarizar el empleo, privatizar las cajas jubilatorias y aquellas empresas que pueden servir de resorte del crecimiento y desarrollo nacional, como YPF, Aerolíneas Argentinas y otras.
En 2015, con ayuda de la justicia, de los medios de comunicación hegemónicos y nuevamente de las embajadas, la derecha cipaya llegó al gobierno de la mano del voto popular por primera vez, y se preparan nuevamente, los sospechosos de siempre, para reflotar una aventura, que según sus dichos será más rápida y furiosa, que otrora, para la destrucción de la Argentina.
Reitero y que quede claro “no hay nada nuevo bajo el sol”, por lo que JUNTOS POR EL CAMBIO, CAMBIEMOS, SANTA FE CAMBIA, o como se llamen, son la continuidad histórica, ideológica y política del CONTUBERNIO, que en su momento denunciara Yrigoyen.
Esta quinta columna de la entrega nacional, viene por todo, por Ud., por mí y por el futuro de todos los argentinos.
Sabemos quiénes son y qué quieren, por lo que ahora, de nosotros dependerá que no logren sus objetivos, y que no transformen a la Nación en una nueva y dolorosa REPÚBLICA PERDIDA. Ahora Alfonsín
(*) Ricardo Luis Mascheroni –docente-