Fernando Abel Ñancufil (35), es un conocido delincuente imputado por un violento robo en la calle Curuzú Cuatiá, descubierto por alumnos de una escuela cercana, por otro atraco brutal en una vivienda del barrio Rancho Grande y por otros hechos contra la propiedad que cometió estando prófugo de la justicia ñuego de haberse evadido de la prisión domiciliaria de la que gozaba.

Quedó ligado a la investigacion por diversos delitos y con prisión preventiva hasta que se efectivice la audiencia de Control de Acusación. A pedido del defensor particular Jorge Pschunder, el juez de Garantías Ricardo Calcagno prohibió la toma de fotografías periodísticas del acusado y ordenó además, que junto a la mención de su identidad, debía explicarse que rige la presunción constitucional de inocencia hasta que una sentencia firme demuestre lo contrario.

Ahora le atribuyeron su participación un violento robo perpetrado en abril en una vivienda del barrio Belgrano Sudeste de la ciudad cuando junto a otros dos cómplices aprovecharon que la víctima ingresaba a su domicilio para interceptarlo, amenazarlo con un arma blanca, maniatarlo y golpearlo hasta dejarlo inconsciente.

Señaló además la fiscalía que le sustrajeron diversos efectos personales y la suma de 500 mil pesos y se retiraron del domicilio sin encontrar una fuerte suma de dinero que evidentemente era la que buscaban, ya que contaban con información previa relacionada a los movimientos económicos del damnificado y su familia.

La víctima fue hospitalizada con lesiones graves, incluyendo traumatismo de cráneo, edema facial y arritmia cardíaca. Este hecho fue calificado como robo agravado por el uso de arma, por la violencia ejercidas contra la víctima, por haber sido cometido en poblado y en banda y por escalamiento, en concurso ideal, en calidad de autor.

Los tres delincuentes escaparon a pie, saltando un paredón de dos metros hacia la vereda de la calle Curuzú Cuatiá y continuaron la huida por calle Castañares, donde abordaron un Fiat Cronos con patentes que pertenecían a otro vehículo. Al verse atascados por el tránsito del lugar producto del horario escolar, lo abandonaron.

Continuaron su huída a pie, hasta que por un lado Ezequiel Cañuqueo -ya imputados en el hecho- fue detenido, mientras Ñancufil logró abordar un vehículo marca Mercedes Benz que lo esperaba y escapó, permaneciendo prófugo hasta la víspera.

El segundo de los eventos relatado es un intento de robo simple llevado a cabo el 7 de julio de 2023 en las oficinas de un local comercial de la calle Palacios. Tras forzar las rejas y ventanas, ingresó al lugar sin lograr sustraer objetos, debido a causas ajenas a su voluntad.

El 7 de febrero de este año, el imputado, según la acusación, recibió y ocultó objetos robados, entre ellos una mochila con rastreador y pertenencias de un ciudadano francés. Los efectos habían sido sustraídos el día anterior de una vivienda en calle Ruiz Moreno.En este tercer hecho se lo acusa de encubrimiento, como autor.

En la continuidad de la audiencia, el equipo de fiscales relató lo sucedido el 29 de septiembre de 2024, tras realizar boquetes en la planta alta de una estación de servicio ubicada en Ruta 40 y Pasaje Gutiérrez, cuando el imputado ingresó al sector de oficinas e intentó forzar una caja fuerte sin éxito, dándose a la fuga. Este fue calificado como robo por efracción en grado de tentativa, en calidad de autor.

Por último se le atribuyó lo sucedido el 8 de abril de 2025. Según la acusación, entre las 19:30 y las 20:00 horas, el imputado portando un arma de fuego -junto a una persona que se encuentra cumpliendo prisión preventiva y un tercer individuo aún no identificado-, ingresaron a una vivienda ubicada en calle Tehuelches en convergencia intencional y con acuerdo de voluntades.

Allí se encontraba la víctima, quien escuchó ruidos provenientes de la planta baja y al descender, fue sorprendido por los tres hombres encapuchados. Uno de ellos le disparó con un arma de fuego, impactando en su omóplato derecho.

Posteriormente, lo redujeron y lo ataron de pies y manos, exigiéndole dinero en efectivo. Los imputados sustrajeron algunos elementos y un automóvil Renault Sandero, con el que se dieron a la fuga. Minutos más tarde, el vehículo fue hallado abandonado en el barrio Virgen Misionera. Este hecho fue calificado como robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso ideal con robo agravado en poblado y en banda, en calidad de autor.

Describieron los fiscales la evidencia que obra en los legajos que fueron unificados.

El Juez de Garantías que dirigió esta audiencia tuvo por formulados los cargos por los cinco hechos relatados. No hizo lugar en cambio a la formulación de cargos por un legajo que constituiría el delito de evasión, cuando violentó las trabas de sujecióndel dispositivo de geolocalización -tobillera y de ese modo fugarse del domicilio de detención. Todo ello en virtud de la oposición de la defensa particular del acusado.

Impuso cuatro meses de prisión preventiva y continuará alojado en el Establecimiento Penal 3 donde se encuentra alojado desde el momento de su detención. La misma se llevó a cabo en el día de ayer cuando se puso a disposición de la justicia y designó su abogado defensor.