LA DICTADURA DE ORTEGA “ES CAPAZ DE TODO”

En declaraciones a ACI Prensa, la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, dijo sobre el secuestro de Mons. Rolando Álvarez que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo “es capaz de todo” y “siempre generará el mayor daño posible”.
La jurista subrayó la arbitrariedad de la irrupción de la Policía Nacional en la casa episcopal de Matagalpa, señalando que atenta contra la Constitución y el Código Procesal Penal, que establecen importantes limitaciones al arresto domiciliario y al allanamiento de morada, como que de forma ordinaria solo se puede realizar “entre las seis de la mañana y las seis de la tarde”.
Molina Montenegro subrayó que el Prelado y los sacerdotes, seminaristas y laicos que se mantuvieron cercados por la policía desde el 4 de agosto “pasaron 15 días secuestrados, no detenidos”.
“La policía está actuando como un grupo delincuencial que no se somete al imperio de la ley y deja nuevamente en evidencia que Nicaragua es una dictadura donde se procede según el capricho y estado de ánimo del presidente Daniel Ortega y su consorte”, dijo.
La jurista nicaragüense explicó a ACI Prensa que “la dictadura Ortega-Murillo procede de manera arbitraria porque sabe que si utiliza las vías legales no tendría asidero jurídico alguno, porque todos los delitos que imputan a ciudadanos inocentes son falsos”.
“El ‘sistema de justicia’ de Nicaragua es una fábrica de inventos y falsedades para causar el mayor daño posible”, precisó, indicando que “Ortega y Murillo están en el poder no por el apoyo del pueblo sino porque tienen a su merced a la Policía Nacional y al Ejército Nacional, que ya han demostrado que están dispuesto a matar en nombre de la pareja presidencial”.
“Ortega no teme a nadie”
Molina Montenegro, que es autora de un informe que da cuenta de los más de 190 ataques que ha sufrido la Iglesia Católica desde 2018 bajo la sombra de la dictadura, señaló que “Ortega no teme a nadie”.
“Así lo ha demostrado al ir escalando en la intensidad de la represión”.
La jurista recordó que la dictadura de Ortega “ha mandado a asesinar a más de 350 nicaragüenses”, refiriéndose a los muertos para reprimir las protestas pacíficas de 2018, y señaló que ha “enviado al exilio a más de 200 mil”.
El régimen, continuó, tiene a “190 presos políticos”, y ha cerrado todos los medios de comunicación, ha confiscado e incumplido con todas las normas internacionales y sabe que haga lo que haga se fortalece más”.
La abogada también fue crítica con la comunidad internacional y su relación con la dictadura de Ortega, pues por un lado “lo condena, pero por el otro lo siguen financiando al otorgarle préstamos millonarios, que son utilizados para reprimir y no para invertirlos en obras sociales”.
«La victoria la dará el Señor»
Molina Montenegro aseguró que “el dolor que ha generado el ataque a la Iglesia Católica es inexplicable”.
“Fuera del contexto jurídico, que es mi rama, puedo asegurar que estas arbitrariedades y ataques a la Iglesia nos han unido más como cristianos”, continuó, señalando que “ayer éramos más de 3.500 familias rezando el Santo Rosario en compañía de Mons. Rolando José, a través de las redes sociales y miles más que se conectaron desde otros sitios”.
“Estamos fortalecidos con aquella paz y tranquilidad que solo la brinda el Espíritu Santo”, dijo. “No hay poder humano que pueda acabar con esta dictadura tan nefasta y criminal. La victoria la dará el Señor”, concluyó.
La última publicación en la cuenta de Twitter de Mons. Rolando Álvarez, pocas horas antes de ser secuestrado por la Policía Nacional, recordaba precisamente al Evangelio: “Preocupémonos por llevar el traje de fiesta en el Reino de Dios “.
QUIÉN ES ROSARIO MURILLO, LA EXTRAVAGANTE MUJER E INTELECTUAL DE ORTEGA
Al lado del presidente Daniel Ortega, siempre hay una mujer delgada, de exuberante cabello rizado y ropa de colores fuertes. Es Rosario Murillo, «la Chayo», esposa de Ortega.
En 2017, el presidente nicaragüense fue investido para su cuarto mandato, de cinco años, y tercero consecutivo, junto a su esposa como vicepresidenta. Murillo ha sido la incondicional compañera de Daniel Ortega y un elemento fundamental en la toma de decisiones en Nicaragua.
Se conocieron afines de los años 70, cuando Ortega se había autoexiliado en Costa Rica por su participación en el movimiento sandinista que en julio de 1979 sacó a la dinastía de los Somoza del poder, tras una guerra civil de dos años.
Ya luego, como líder de la junta de lo que se denominó como «Gobierno de reconstrucción nacional», Ortega comenzó una serie de giras internacionales en búsqueda de apoyo externo a la joven revolución nicaragüense.
Y Murillo siempre estaba a su lado.
«Rosario es muy inteligente, es una mujer con mucha formación, con dominio de varios idiomas. Eso favorecía muchísimo el acompañamiento que hacía de Daniel (Ortega) en muchas delegaciones internacionales», explicaba, hace algunos años, Mónica Baltodano, excomandante guerrilera y diputada nicaragüense en entrevista con Canal 2 de Nicaragua.
Murillo era su compañera. Y muchos años después, en 2005, se casaron por la iglesia.
Pero «la Chayo» era, y es, mucho más que una primera dama. De hecho, nunca le gustó el apelativo.
Tenía a su favor ser hija de Zoilamérica Zambrana Sandino, sobrinanieta de Augusto Sandino, el héroe nacional de Nicaragua e inspirador del movimiento revolucionario sandinista.
Por esa época se perfilaba como poeta y una de las principales representantes femeninas de las letras nicaragüenses. Según ella misma contó, comenzó a escribir como una necesidad de expresión, tras la muerte de su primer hijo en un terremoto en 1973.
Zoilamérica Narváez, hija de Murillo de otra relación anterior a Ortega, acusó a su padrastro de haberla violado en repetidas ocasiones.
En términos de imagen, las palabras de Ortega para defenderse no serían suficientes. Fue entonces cuando Rosario se jugó la carta quizá más trascendente de su relación, pero además de su carrera.
«Les digo con toda franqueza, me ha avergonzado terriblemente que a una persona con un currículo intachable se le pretendiera destruir; y (que) fuese mi propia hija la que por esa obsesión y ese enamoramiento enfermizo con el poder quisiera destruirla cuando no vio satisfecha su ambición», aseguró Murillo tras el escándalo, desestimando completamente la acusación de su propia hija.
A pesar de que el tema se judicializó, no prosperó ya que la jueza a cargo lo desestimó porque el delito estaba prescrito y Ortega gozaba de inmunidad como expresidente.
«Con la denuncia por violación de Zoilamérica, Rosario interviene respaldando a Ortega, lo que le da un enorme poder frente a Daniel, además de una gran cuenta por cobrar. Es una factura carísima para Ortega», aseguraba hace unos años Dora María Téllez, conocida comandante de la revolución sandinista y compañera de lucha de Ortega que después se convertiría en su opositora, citada por la revista Contrapoder. (Aciprensa y BBC News)