LA OLA DE CALOR LLEVÓ A LA ARGENTINA A LAS TEMPERATURAS MÁS ALTAS
El problema real es la sequía de los cultivos que trae aparejada y el mayor riesgo de incendio de bosques y pastizales. Una ciudad argentina logró colarse en el segundo puesto de las temperaturas más altas del planeta, debido a una ola de calor que persiste y genera alarmas en el sur de Sudamérica.
En Brasil pronostican precipitaciones que, lejos de alivianar el calor, «sólo acentuarán la sensación de malestar». Varios países del sur de Sudamérica se encuentran asediados por una ola de calor que llega a superar los 40 grados.
En Argentina, las temperaturas extremas han alcanzado los 46 grados e igualan a las máximas más altas de las que se tiene registro en todo el planeta.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina advirtió que las temperaturas extremas afectarían a varias zonas del país. En efecto, 15 de las 23 provincias se encuentran bajo alerta amarilla, mientras que la Ciudad de Buenos Aires, el norte de San Luis y el sur de La Rioja permanecen bajo alerta roja, con temperaturas que suponen un peligro para la salud de las personas.
La ola de calor que atraviesa Argentina iguala temperaturas extremas como las registradas en Australia, donde usualmente se superan máximas de 45 grados. En los últimos días, incluso, Argentina registró los valores más elevados en Comodoro Rivadavia (provincia de Chubut, al sur del país) y Santiago del Estero (norte del país), con 46 ºC y 44,7 ºC, respectivamente.
El pico registrado en Argentina fue una de las temperaturas más altas de todo el planeta, de acuerdo a los datos procesados por el sistema internacional de la Organización Meteorológica Mundial recogidos por el servicio meteorológico brasileño Metsul.
El miércoles 7 de diciembre la ciudad de Comodoro Rivadavia se quedó con el segundo puesto en el ranking de las temperaturas más elevadas a nivel mundial. El primer puesto lo obtuvo la ciudad australiana de Marble Bar con 46,2 ºC.
Santiago del Estero se posicionó en el sexto lugar a nivel mundial, mientras que las máximas alcanzadas en la ciudad formoseña de Las Lomitas (44,5ºC) y la salteña de Orán (43,9ºC) ocuparon el noveno y décimo lugar.
El ascenso de temperaturas persiste incluso durante la noche. De acuerdo al SMN, el viento desde el Río de la Plata «jugará un rol importante» para moderar el calor en el área metropolitana de Buenos Aires. Además, las infernales temperaturas podrán tener «alivios puntuales» por brisas, nubosidad o chaparrones, pero serán «temporarios».
En la misma línea, en Uruguay se extiende la ola de calor presente en el país desde el lunes 5 de diciembre. Las alertas de los servicios meteorológicos por las elevadas temperaturas afectan 12 de los 19 departamentos del territorio.
Según las previsiones del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y en línea con lo esperado en Argentina, «en zonas donde se desarrollen tormentas y lluvias, las temperaturas podrán descender levemente» aunque «en forma temporaria».
Lo mismo se espera en Brasil, donde se presume un riesgo de lluvias severas que, según Metsul, «no conseguirán aliviar el calor» sino que, por el contrario, «acentuarán la sensación de opresión y malestar» en los brasileños. Si bien la lluvia podrá influir en el descenso de las temperaturas, esta volverá a subir y con mayor humedad.
En Paraguay, donde las temperaturas han superado los 38ºC y las autoridades advierten que la sensación térmica podría ser próxima a los 41ºC, se prepara para mitigar posibles incendios que podrían desencadenarse en el territorio debido a las altas temperaturas.