PACTO DE MAYO «ARRANQUEN NOMÁS SI NO LLEGAMOS»
Ni él debe haber imaginado que la enorme mayoría de la población estaría de acuerdo con sus dichos, que la invitación es una burda trampa para extorsionar y lograr hacer firmar la megapelotuley coo opina la gente. Axel Kicillof rechazó de plano participar del Pacto de Mayo convocado por Javier Milei en Córdoba.
«El 30% de los votos que consiguió en la elección general, más su triunfo en un balotaje con los votos prestados de la tercera fuerza, de ninguna manera lo habilita a destruir el Estado»
«Si se trata de encuentros para fotos y marketing, arranquen nomás si no llegamos», dijo en la Asamblea Legislativa. Había mucha expectación respecto del discurso del gobernador de Buenos Aires, quizás el mandatario provincial más crítico de Milei. Sin embargo, tras un discurso que duró más de una hora y media, Kicillof rechazó la invitación.
«Después de someter al pueblo, a la democracia y al federalismo a una agresión tan inédita como salvaje, ahora se nos lanza una invitación que se parece más a una amenaza o una imposición que a un diálogo», dijo el gobernador.
Dijo que la oferta de Milei se reduce a aprobarle la Ley Ómnibus a cambio de recibir los recursos que «ilegalmente» se le cortaron a las provincias.
«Nuestra respuesta es muy clara: cuenten con nosotros para reuniones de trabajo, para encuentros destinados a solucionar problemas, incluso para debatir. Pero si se trata de encuentros para fotos y marketing, arranquen nomás si no llegamos», dijo.
En ese momento, todos los ministros de Kicillof, los intendentes y los legisladores de Unión por la Patria se pusieron de pie para saludar el anuncio con un largo aplauso y satisfacción.
Además, en un paralelismo con los 10 puntos que Milei incluyó en el Pacto de Mayo, Kicillof enumeró siete puntos que considera clave para la provincia. «Que quede claro: estaremos en todos los ámbitos que sean necesarios para seguir reclamando con firmeza algunos puntos concretos con los que todas las fuerzas políticas y los 135 intendentes seguramente coincidirán», dijo y enumeró.
1. La inmediata reactivación de las obras públicas «frenadas caprichosamente» por el gobierno nacional.
2. La inmediata reposición de los fondos «vengativamente birlados a las provincias». Se refiere al Fondo Compensador del Transporte y el Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
3. La devolución del Fondo de Incentivo Docente para los salarios de los maestros y los fondos para las universidades y el transporte.
4. La urgente distribución de los recursos destinados a los comedores y los medicamentos que «se interrumpieron de manera tan insensible como incomprensible».
5. La derogación del DNU que, según Kicillof es ilegal y anticonstitucional según todos los especialistas de todas las vertientes. Para el gobernador ese es el marco para el saqueo de recursos provinciales que se viene realizando.
6. El rechazo al «delirante proyecto de dolarización» que para Kicillof debilitaría la soberanía monetaria, multiplicaría la desigualdad y que favorece únicamente al narcotráfico.
7. El dragado del Canal Magdalena y el firme reclamo por la soberanía en Malvinas.
«Nuestro pacto es con el Pueblo, nuestro pacto es con la Patria y nunca lo vamos a traicionar», dijo el gobernador.
Para Kicillof, en los primeros 90 días como presidente quedó en evidencia que este gobierno nacional promueve «la degradación, la desintegración y la descomposición».
En otro tramo fuerte de su discurso el gobernador alertó que «disolver el Estado es un objetivo explícito de anarcocapitalismo», corriente ideológica que tiene al jefe de Estado como uno de los pocos líderes mundiales. Kicillof consideró que esas ideas son «una muestra ridícula de terraplanismo ideológico, conceptual y cultural».
«El 30% de los votos que consiguió en la elección general, más su triunfo en un balotaje con los votos prestados de la tercera fuerza, de ninguna manera lo habilita a destruir el Estado», dijo el mandatario provincial.
«Disolver el Estado, es un objetivo explícito del anarcocapitalismo. Por más dificultades y problemas que haya, creer que todo funcionaría mejor si no hubiera Estado es una muestra ridícula de terraplanismo ideológico, conceptual y cultural», consideró. (LPO)