SOBRE EL INCENDIO SUFRIDO AYER EN EL LABORATORIO DE DESARROLLO DE ENERGÍAS RENOVABLES
Nota de opinión de Pablo Orellano (*): Este sábado 25, a eso de las 4 de la tarde me llegó el aviso de que el Laboratorio de Desarrollo de Energías Renovables se estaba incendiando. Luego de un arduo y heroico trabajo de los bomberos, pude observar que indudablemente el fuego avanzó desde afuera hacia adentro de la estructura.
Ese día estuve presente en el lugar hasta las 12.30 aproximadamente, y recorrí el sector donde se inició el fuego, sin que nada me alertara. Es evidente, que el incendio fue intencional. ¿Quién? ¿Por qué? Hay un proceso judicial en marcha, y quien inició el fuego podrá decirnos cuales fueron sus deplorables motivos: si el objetivo fue llamar la atención sobre alguna situación, o si quiso causar un daño como el que causó.
Hace cinco años, creamos éste laboratorio como un sitio donde iniciar desarrollos tecnológicos en materia de conversión y revalorización de residuos. Logramos generar desarrollos a escala de laboratorio en procesos de biodigestión anaeróbica, pirolisis de hidrocarburos extra-pesados (plásticos) a escala de laboratorio, tratamientos de captura de contaminantes en gases mediante materiales hiperporosos, recuperación de metales contaminantes de pilas usadas, gasificación de biomasa para generación de energía, producción de barnices a partir de poliestireno expandido (telgopor), tratamiento de aguas residuales con cargas orgánicas por métodos de oxidación avanzada, metodologías para aprovechamiento de aceites vegetales usados, entre otros. Mostramos que todas éstas técnicas son posibles de llevarse a cabo con los recursos que tenemos a disposición hoy en nuestra ciudad.
Todo esto fue posible en el marco de un convenio de colaboración con el Municipio de Bariloche. Y tal como reza dicho convenio, es el espíritu del mismo que la información técnica resultante de los desarrollos esté a disposición del Municipio.
Llama muy poderosamente la atención, que si bien estos desarrollos se vienen realizando desde ya hace mucho tiempo, es justamente cuando decido llevar esta propuesta a la política, donde considero que es el lugar en donde se pueden discutir las acciones que mejoren la vida a toda la comunidad, que nos encontramos con una respuesta tan contundente.
Nuestra ciudad está iniciando un camino de reconversión en el manejo de la basura. La sociedad a través de sus representantes ha establecido una dirección que marca sin lugar a dudas, el rumbo hacia el final del actual sitio de disposición final de residuos.
Desde TresB y como persona, acompañamos dicho camino, y nuestra forma de comprometernos es poniendo a disposición todo el conocimiento generado en éste quinquenio, para hacer realidad el objetivo donde no se siga enterrando residuos dentro del ejido urbano.
El proceso de transferencia, traslado y manejo del sitio de disposición final en un vertedero regional, tiene una complejidad que merece ser resuelta seriamente. Complejidad que crece en la medida que el volumen actual de residuos destinados a disposición final no se reduzca.
Hace poco más de un año, iniciamos un proceso de transferencia de conocimientos formando jóvenes de diferentes barrios e instituciones de la ciudad, de forma tal de mostrar las técnicas que desarrollamos a personas que les interesa emprender esto como un medio para realizar sus propios productos (jabones, barnices, aceites esenciales, fertilizantes, etc.) para uso personal o si logran dedicarse a ello, como un microemprendimiento.
Estoy convencido que traccionar una demanda local de materiales recuperados para la producción de nuevos productos, es la única manera de cambiar sensiblemente la tasa de recuperación, y con ello disminuir la cantidad de residuos que van a disposición final. Y esa recuperación debemos iniciarla desde la separación en origen, por diferentes métodos.
Hoy, con la definición sobre el traslado del sitio de disposición final, considero que es clave (aunque claramente no lo único) lograr nutrir a vecinos de técnicas que permitan elaborar productos que usamos a diario y que a veces nos cuesta creer que sea “tan fácil” hacerlos.
A aquellos que están comprometidos con el cuidado de medioambiente, a aquellos que necesitan poder emprender un pequeño negocio para llevar comida a su mesa, a aquellos que sienten la curiosidad por hacer algo más, aquellos que quieren poder hacer algo con sus manos y ven la oportunidad en utilizar materiales recuperados como materia prima. A toda la comunidad en general.
Vamos a buscar los medios para no solo reconstruir el lugar, sino para generar un espacio más abierto, de forma tal que la comunidad pueda apropiarse de éstos saberes. Como mencioné el día que los inauguramos, lo que se vé es solo un cascarón, lo importante es lo que crece dentro de él. Y lo que consumió el fuego, no es ni por lejos el espíritu de una comunidad que quiere vivir mejor.
(*) Pablo Orellano – DNI 26.294.823 – Socio Gerente de TresB