El sacerdote jesuita Julio Fernández Techera, de origen uruguayo, es el autor de un documento en el que expone duras críticas contra la Compañía de Jesús, entre ellas el manejo del caso del P. Marko Rupnik, expulsado de la Orden religiosa tras ser acusado de abusar sexualmente de mujeres durante décadas.

En uno de los apartados del documento, el sacerdote asegura que la Compañía “está viviendo situaciones muy preocupantes que parece que no se trataron en la Congregación de Procuradores y que no aparecen con claridad y asumidos en el informe De Statu”.

En concreto, el P. Fernández Techera cuestiona la forma en la que la Compañía de Jesús ha reaccionado a las graves acusaciones contra el sacerdote y artista esloveno, un caso mundialmente conocido que ha afectado gravemente a los jesuitas y al que se refiere como Tsunami Rupnik.

La Congregación de Procuradores es un encuentro universal de los jesuitas que reúne a delegados de cada una de las unidades administrativas de la Compañía, así como sus provincias y regiones. La última reunión se realizó en mayo de 2023 y las conclusiones se recogieron en el informe De Statu Societatis.

El P. Fernández afirma también que los miembros de la orden fueron informados de lo ocurrido en diciembre de 2022 y asegura que no puede opinar sobre la veracidad de las acusaciones contra el P. Rupnik, “pues el juicio recién está comenzando”.

Ocho meses han pasado desde que en septiembre de 2023, el Papa Francisco levantó la prescripción del caso y ordenó al Dicasterio para la Doctrina de la Fe iniciar un nuevo proceso contra Rupnik.

Sin embargo, el P. Julio Fernández Techera critica el proceder de la Compañía y la falta de una comunicación clara a sus miembros, especialmente “ante las acusaciones graves realizadas por medios de comunicación sobre la actuación de la Curia General en los últimos treinta años, en relación con el P. Rupnik”.

Según una cronología difundida por la Compañía de Jesús, las primeras acusaciones contra el P. Marko Rupnik fueron en relación a la absolución de un cómplice por un pecado contra el sexto mandamiento en octubre de 2018.

En junio de 2019, los jesuitas impusieron las primeras restricciones al sacerdote acusado, aunque no precisaron cuáles eran. Además, en diciembre de 2022 se le prohibió ejercer el sacramento de la Confesión, la dirección espiritual y la realización de ejercicios espirituales, así como participar en actividades públicas sin el permiso de su superior local.

“Tampoco ha habido una palabra sobre el hecho de que la comunidad de cuatro jesuitas del Centro Aletti, uno de ellos, ex provincial de Eslovenia, se hayan solidarizado con el acusado y hayan pedido dejar la Compañía e incardinarse a dos diócesis para continuar como sacerdotes”, se lee a continuación.

El autor del documento hace referencia a la decisión que tomaron varios miembros del Centro Aletti, fundado por Rupnik, de abandonar la Orden después de que el sacerdote fuera expulsado de la Compañía en junio de 2023 ante su “reiterada negativa” de cumplir con las restricciones impuestas.

Por último, el P. Fernández Techera remarca que “la misma expulsión del P. Rupnik por desobediencia, habiendo pedido él su salida de la Compañía, no deja de llamar la atención”.

Cabe recordar que dos días después de la expulsión del P. Rupnik de los jesuitas, el Centro Aletti difundió una carta en su defensa y precisó que el propio Rupnik ya había presentado una solicitud para poder dejar la Orden en enero de 2023.