«Dejé el fútbol y de un día para otro no podía caminar más. No al mes, a los dos días no podía caminar. Me oriné en la cama, teniendo el baño a tres metros, porque no me quería levantar. Me fui a ver al doctor Avanzi (especialista en traumatología) y le pedí que me cortara las piernas. Me miró y me contestó que estaba loco. Yo insistía, no podía más, vivía malhumorado. No puedo contar el dolor, es imposible transmitírselo a la gente…», confesó hace unos años Gabriel Omar Batistuta.

El legendario delantero, considerado el mejor centrodelantero de la historia del fútbol argentino y uno de los top ten del olimpo del futbol nacional, vivió un verdadero calvario físico y mental luego de dejar el fútbol. «Son secuelas del fútbol. Fue así, di todo lo que tenía, no me queda nada», sentenció en aquel entonces.

Luego de varios años, Batistuta encontró la solución: una operación trascendental. El ex delantero cambió su tobillo derecho por una prótesis que le quitó el dolor en una de sus piernas.

Es por eso, que este gol en el partido despedida de Giuseppe Rossi es tan importante para Batistuta. El goleador volvió a jugar un partido con la camiseta de su amada Fiorentina y se mostró emocionado ante la ovación del público que asistió al Artemio Franchi.

Bati recibió en el borde del área grande, se quitó un defensor de encima y definió cruzado contra un poste, ante la salida del arquero rival. El momento fue tan alto que Francesco Toldo se cruzó todo el campo para ir a abrazarlo en el gol.

Batistuta en Fiorentina

Luego de ser figura y campeón en Boca Juniors, Gabriel Batistuta fue fichado por la Fiorentina en 1991. Desde entonces encadenó nueve temporadas en el equipo violeta: marcó 207 goles en 330 partidos. Ganó la Serie B, la Coppa Italia y la Supercopa de Italia con la Fiorentina. Fue el máximo goleador de la Serie A en 1995 con 28 goles en 37 partidos.