VILLAVERDE SE QUISO COLAR EN LA JURA PERO LOS LIBERTARIOS LA ECHARON DEL RECINTO

El Senado resolvió este viernes el apartamiento del pliego de Lorena Villaverde, ante la pérdida de apoyos de la oposición peronista y el radicalismo, tal como informó LPO. (En la foto cuando le piden que se retire) El ex jefe de bancada libertaria, Ezequiel Atauche, fue quien pidió que el título de la legisladora electa por la provincia de Río Negro volviera a la comisión de Asuntos Constitucionales, por las impugnaciones que recibió a raíz de sus vínculos con el presunto narco Fred Machado y por haber tenido una causa por narcotráfico en Estados Unidos.
El jujeño reconoció que «faltaron votos» y consideró que «sería adecuado que esto se trate otra vez en la comisión». La moción fue aprobada a mano alzada por unanimidad. Antes de que se concretara el impedimento, Villaverde se paseaba entre las bancas, saludando a sus nuevos colegas pero, cuando Victoria Villarruel estaba a punto de dar inicio a la sesión, se acercó a ella la neuquina Nadia Márquez y le indicó que debía retirarse. La sonrisa se le borró en un instante.
En rigor, la peronista Juliana di Tullio había encarado a Patricia Bullrich para marcarle que la rionegrina no podía participar de la sesión y la ministra de Seguridad, que nunca trabajó en serio para reunir los votos para su pliego, le comunicó que tenía que irse a su colega libertaria. Villaverde se mostró azorada y Bullrich apeló con la mirada a Márquez, quien terminó la faena.
La rionegrina había entrado al Congreso minutos antes de las 11, acompañada de sus hijos y respondiéndole a la prensa que se encontraba «ajustada a derecho». Dentro del palacio, sin embargo, ensayó el papel de víctima: «No me dejan jurar, algunos no respetan la democracia», llegó a decirles a quienes la felicitaban por el cargo obtenido en las urnas.
Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que la legisladora ya cuenta, de todos modos, con el trámite realizado para habilitación del acceso por huella dactilar, como para ingresar al edificio del Senado. El detalle deja abierta la posibilidad de que su pliego sea rescatado con un dictamen favorable, si el radicalismo decide respaldarla.
En los palcos se apostaron, para seguir la ceremonia de jura de los otros 23 senadores, Karina Milei, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el subsecretario de la Presidencia, Lule Menem.
También asistieron los gobernadores Leandro Zdero, Gustavo Melella -a quien se le atribuyó la voluntad de presenciar la promesa de Cándida Cristina López-, y Rolando Figueroa, quien arengó a la senadora Julieta Corroza cuando puso su mano sobre los evangelios: «¡Vamos, Juli!», fue el grito contenido que lanzó.
Las senadoras salientes María Inés Pilatti Vergara y Mónica Silva también se sentaron en los palcos del primer piso. En el recinto, el clima era de algarabía. La redistribución de las bancas produjo cierta desorientación y Bartolomé Abdala terminó sentado al lado de Eduardo Wado De Pedro.
Di Tullio se acercó para saludarlo y, entre risas, le dijo a Villarruel, que miraba la escena desde el estrado: «Ahora es nuestro, ahora es nuestro». Todos celebraban la humorada.
En la otra punta del recinto, Bullrich se despachaba dando indicaciones a Luis Juez, Beatriz Ávila y al propio Atauche, quien tuvo que cederle la conducción del bloque anticipadamente en los hechos. Marcial, Bullrich apuntaba con el dedo y gesticulaba con énfasis.
Además de Villaverde, no participaron de la sesión Edith Terenzi y Alejandra Vigo, quienes pidieron licencia por asuntos familiares, y el radical Flavio Fama.
La sesión casi se desmadra cuando Bullrich pidió la palabra para ensayar un discurso pero Mayans la paró en seco y Villarruel repuso el acuerdo de labor parlamentaria, donde se habría pactado que solo se tomaría la jura de los senadores electos y Carlos «Camau» Espínola expresaría unas palabras «de agradecimiento» a los senadores salientes «por los servicios prestados».
Previo a que desfilaran los 23 senadores con pliegos aprobados para la jura, Villarruel sometió a votación la designación del nuevo secretario administrativo, Alejandro Fitzgerald, tras una moción de Atauche. Como reveló LPO, la Vicepresidenta tenía acordada esa jugada con el peronismo y José Mayans pidió la palabra para respaldarlo. También se aprobó el nombramiento a mano alzada. (LPO)









