Se trata de Ramiro Fernández, sospechado de ser el autor de una serie de estafas por más de un millón de dólares. Según trascendió, se investiga si el agente es el autor de una cadena de estafas que involucra a sus amigos personales, conocidos, vecinos, arquitectos, constructores, inversionistas, etc.

Previo al Pedido, Fernández ya había sido localizado y notificado, pero recientemente no se había presentado a comparecer ante la Justicia como estaba pactado y, consecuentemente, se libró el pedido de captura que además le impide salir del país.

Según pudo averiguar este medio, hasta el momento varios damnificados se han reunido con los propietarios de la inmobiliaria Lepore y han llegado a principios de acuerdos. Pero por otro lado, otros damnificados no tienen firmados documentos respaldatorios y eso complica las negociaciones entre las partes.

Los testimonios indican que los casos se desencadenaron meses atrás, cuando, según coincidieron dos vecinos perjudicados (ambos prefirieron mantener su identidad en secreto), Fernándes “tuvo que poner sobre la mesa plata que había pedido para una rueda financiera que hacía.

Uno de los que había puesto le pidió la totalidad del dinero, entonces no tuvo mejor idea que vender un departamento. Hasta ahí todo bien, pero lo que pasó es que el mismo departamento lo vendió un par de veces y a partir de ahí se vino todo abajo”.

Una vecina de la Villa que también fue afectada agregó: “Yo puse todos mis ahorros para comprar una propiedad. Me vendió una parte y el resto lo tenía que pagar en cuotas. Lo que pasa es que tenía el poder para vender terrenos de un arquitecto y al parecer ahí se origina un problema porque vendió varias veces el mismo terreno.

Yo tengo los documentos que respaldan todo lo que digo y lo que yo hice. Me reuní con los dueños de la inmobiliaria (Leporé) y ellos se desprenden de esta maniobra de Fernández y dicen que van a responder. Ahora queda esperar porque me quedé sin terreno y sin plata”.

Por otro lado, un constructor local que conoce cómo fue toda la cadena de estafas agregó: “Hubo un caso muy resonante. Estábamos un día sentados en un café céntrico cercano a la inmobiliaria, vino un vecino y le gritó que se llevaba la camioneta como parte de pago. Nos quedamos todos helados en ese momento. Ahora sabemos que en realidad le estaba cobrando algo de lo que le debía”.

Asimismo, agregó: “por lo que yo sé, hubo otras operaciones que al parecer son muy difíciles de probar. Un cliente mío le había prestado plata para algo que es muy común: vos querés comprar una propiedad en Villa y sos de capital Federal. O traés los dólares en auto y te la jugás, o los tenés que declarar en el aeropuerto.

Como sea, vos ponías esa cantidad de dólares en una oficina en capital y la sacabas acá. Por eso te cobran un porcentaje que se quedan los que hacen la operación. Parece que acá hacían eso y para entregar los dólares que ponían allá, a veces pedían prestado a gente a la que luego le daban un interés. Le prestaron porque lo conocían y ahora no cobran nada. Casos como esos sé que no tienen nada firmado, por lo tanto es complicado que recuperen algo”, agregó el constructor.