YA ES EL COLMO. AHORA HABÍAN DICHO QUE EL PAPA ACONSEJABA COMER LO QUE SEA EN SEMANA SANTA
En redes sociales circula un mensaje atribuido al Papa Francisco, en el que supuestamente anima a comer «lo que quieras» en Semana Santa, señalando que “el sacrificio no está en el estómago sino en el corazón”. Si bien “Un delicioso BBQ o una carne bien guisada no te hace una mala persona, al igual que un filete de pescado no te hará un santo», MENTIR TAMPOCO.
El bulo, que ha vuelto a hacerse viral en redes sociales, ha sido desmentido en varias ocasiones desde 2022 por agencias de noticias como AFP. Desde ese año, los dichos sobre la posibilidad de romper el ayuno en Semana Santa se atribuían al sacerdote uruguayo Juan Andrés Verde, conocido como “Gordo” Verde.
El presbítero desmintió en su momento que el mensaje fuera suyo, señalando a través de un video en X que “no despreciaría la práctica del ayuno que es antiquísima y que la Iglesia ha adoptado como forma de ascesis y de acompañar a Jesús el Viernes Santo”.
AFP también encontró registros de que en 2018 se atribuyó el mismo mensaje a un sacerdote argentino, el P. Rubén Capitanio, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Luján de Centenario, en la provincia de Neuquén.
En ninguno de sus mensajes el Papa ha promovido que los fieles sustituyan el ayuno y la abstinencia —que en Semana Santa se deben observar obligatoriamente el Viernes Santo— por otras prácticas penitenciales.
Según el Código de Derecho Canónico (c. 1249-1253), todos los bautizados deben guardar abstinencia de carne todos los viernes del año, a no ser que coincidan con una solemnidad. De igual forma, establece la ley de la Iglesia Católica, “ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”.
La obligación de la abstinencia aplica para los fieles que hayan cumplido 14 años, y la del ayuno a todos los católicos desde los 18 hasta los 59 años.
“Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen”, se lee en el Código de Derecho Canónico (c. 1249).
En su mensaje de Cuaresma de este año, el Papa Francisco resaltó la importancia del ayuno como un medio de oración para que los fieles puedan deshacerse de todo lo que los aleja de Dios. En su discurso, manifestó que gracias a la oración, al ayuno y a la limosna “el corazón atrofiado y aislado se despertará”.
“El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan”, indicó el Papa Francisco. (ACIPRENSA)