A 42 años del desembarco de las fuerzas argentinas en las islas Malvinas, deseamos homenajear a los caídos, ex combatientes y veteranos de guerra (muchos de ellos cuando eran trasladados en la foto). Esta fecha está presente en nuestra memoria con las contradicciones de una guerra que, pese a haber surgido de la dictadura de un gobierno militar, utilizó un profundo sentimiento nacional y jóvenes inexpertos para el enfrentamiento bélico con una potencia mundial.

El camino de las armas para la recuperación de la soberanía dejó un saldo de 649 muertos y se estiman entre 350 y 450 los excombatientes que se quitaron la vida. Claro que no debe cesar el justo reclamo internacional por la soberanía de las Malvinas e Islas del Atlántico Sur, pero por el camino de la paz y la diplomacia.

QUE DICE LA HISTORIA

Un dos de abril de 1982, fuerzas argentinas desembarcan en las islas Malvinas, ocupandolas militarmente, con el objetivo de recuperarlas de la usurpación de ese territorio por parte del Reino Unido, sucedido en 1833.

El Gobierno Militar de la dictadura argentina de entonces decidió enfrentar con las armas que tenía a una potencia militar muy importante, el Reino Unido, miembro de la OTAN, porque éste desoyó a lo largo de mucho tiempo los reclamos de restitución del territorio pacíficamente y desconoció las distintas resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Ese Gobierno Militar también creyó que de esa manera salvaba su crítica situación interna y del país, buscando la unión de los argentinos y argentinas detrás de una causa y una bandera que hiciera olvidar su origen ilegítimo e ilegal, los crímenes de lesa humanidad cometidos por civiles y militares desde marzo de 1976 y la desastrosa situación económica en la que se hallaba el país.

Cumplió con ello el objetivo político inicial, ya que gran parte del pueblo argentino, se congregó en esa plaza y otras del país a apoyar esa contienda. ¿Quién no se sentía argentino y apoyaba una gesta semejante?

A la ocupación militar de las islas, el Reino Unido respondió enviando su flota de guerra y tuvo todo el apoyo logístico y material de algunos de los países de la OTAN. A un ejército poderoso y con armamento moderno y tecnología de primer nivel, se enfrentaron nuestros combatientes, mayormente jóvenes con casi nula instrucción y experiencia militar, con equipamiento obsoleto y escasísimos recursos materiales y logísticos.

El resultado del enfrentamiento bélico, una guerra sin eufemismos, se vio en junio de ese año, luego de 74 días de combates: la “rendición de la guarnición de Puerto Argentino”. Se perdieron muchas vidas humanas en el conflicto, jóvenes argentinos y británicos.

Muchos heridos que luego no pudieron recuperar su vida civil normal, muchos ex combatientes de ambos ejércitos que se suicidaron años después por depresiones profundas y nada cambió en la situación de las islas respecto de la soberanía.-

Para peor el regreso de los heroicos combatientes fue ocultado por el gobierno, lo hicieron de noche, a escondidas, sólo les importó que no tuvieran oportunidad de contar, de hablar, de explicar y a quienes más necesitaron hasta se les negó la asistencia psicológica para escudar fines abyectos, idiotas y que sólo eran importantes para ellos.-

El reclamo de soberanía sobre las islas ha sido una constante por parte de los distintos gobiernos nacionales, y un anhelo de nuestro pueblo. Debemos sostener ese anhelo, seguir reclamando la soberanía sobre las islas y reconocer, recordar y honrar a todos nuestros combatientes, los que allí quedaron y los que volvieron, para los que el reconocimiento no debe quedar solo en palabras.-

En este nuevo 2 de abril, Bariloche saluda a estos hombres y mujeres que lucharon en aquella guerra, la “guerra de Malvinas” con todo respeto y admiración merecida por lo hecho.-