NUEVA DROGA PARA EL TRATAMIENTO TEMPRANO DEL ACV
Nota de opinión de Pablo Oribe (*): La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó -y ya está disponible en la Argentina- una nueva droga para el tratamiento de accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos. Se denomina tenecteplasa y corresponde a un desarrollo de Boehringer Ingelheim.
Pertenece a la categoría de los fibrinolíticos, que deben ser administrados lo antes posible ante la aparición de los primeros síntomas del episodio: se indica su administración antes de transcurridas las primeras 4 horas y media.
Distintas guías internacionales la recomiendan porque ofrece una mayor facilidad para su administración (que es por vía intravenosa), lo que permite una mayor eficiencia del sistema al requerir menos personal, menos recursos materiales puede ser administrada en 5-10 segundos versus una hora del tratamiento estándar.
Los especialistas destacan que la preparación de los equipos sigue siendo trascendental, al igual que trabajar en un esquema de ‘red’, que debe incluir sospecha temprana por parte de los pacientes y su entorno, servicios de traslado en ambulancia y equipamiento capacitados para ofrecer los primeros cuidados y trabajar coordinadamente con los centros preparados para recibir a los pacientes y brindarles atención inmediata con personal entrenado y equipamiento y medicación disponibles para actuar con velocidad y minimizar las posibles consecuencias del ACV.
El accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se ve interrumpido, ya sea por un coágulo que obstruye el torrente sanguíneo en una arteria cerebral (ACV isquémico, el más común) o por la ruptura de un vaso (ACV hemorrágico)[2]. Ambos casos constituyen una emergencia médica y el tiempo hasta la atención es crucial para tener la posibilidad de realizar tratamientos que pueden salvar vidas[3]. Particularmente, la nueva droga está indicada para el ACV isquémico agudo.
“Disponer de una nueva medicación segura y efectiva, y que además es de más fácil administración, ayuda a agilizar la instancia de abordaje hospitalario, contribuyendo al cumplimiento de los tiempos recomendados para actuar y obtener mejores resultados”, afirmó la Dra. Virginia Pujol Lereis, médica neuróloga, Subjefa del Servicio de Neurología Vascular del FLENI.
“La nueva droga llega respaldada por numerosos estudios que garantizan su seguridad y eficacia, habiendo demostrado similares resultados a las mejores terapias disponibles, pero facilitando su administración, lo que contribuirá a acortar los tiempos de atención del ACV, una condición tiempo-dependiente”, sostuvo el Dr. Luciano Sposato, médico neurólogo, argentino radicado en Canadá, profesor de Neurología y Jefe del Programa de ACV del Departamento de Neurología del Centro de Ciencias para la Salud de la Western University, en aquel país.
“La medicina ofrece cada vez mejores alternativas para minimizar el daño. Sin embargo, aquí y en todo el mundo tenemos la responsabilidad de fortalecer cada eslabón para que el paciente pueda recibir a tiempo la mejor atención posible”, continuó el Dr. Sposato.
Tal como describió el Dr. Pablo Ioli, médico neurólogo, presidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), “el primer eslabón de esta cadena está en identificar los síntomas. El paciente o su entorno pueden sospechar la presencia de un ACV ante aparición repentina de debilidad o entumecimiento en la cara, brazo o pierna, especialmente si se da en un solo lado del cuerpo, signos de confusión, dificultad para hablar o para entender lo que nos dicen, pérdida de visión o visión difusa en uno o en los dos ojos, mareos, pérdida del equilibrio y de la coordinación”.
“El ACV es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo, pero también es una de las enfermedades donde actuar con velocidad puede cambiar el desenlace. Estar informados y preparados marca la diferencia”, insistieron los especialistas.
Entre las principales medidas y conductas recomendadas para prevenir la aparición de un ACV los neurólogos coincidieron en la visita periódica al médico, sobre todo a partir de los 40 años de edad, y el control de aquellos factores de riesgo que pueden predisponer el desarrollo a corto o a mediano plazo de las enfermedades cardiovasculares.
“Concretamente, ponemos el énfasis en el control de la hipertensión arterial -que es uno de los grandes desencadenantes de episodios cerebrovasculares-, la hiperglucemia/diabetes, el tabaquismo, el colesterol elevado, no hacer actividad física, el sobrepeso y la obesidad y el estrés. En resumen: vida saludable, con todos los controles que su médico le indique, combatiendo el sedentarismo y con una alimentación sana y equilibrada”, concluyeron.
(*) Pablo Oribe de y para JM Oribe comunicaciónes