Una viga de más de 200 kilos se soltó en una construcción y cayó de lleno sobre la pierna de un peón de albañil en Bariloche. El impacto le provocó fracturas múltiples en el tobillo, la tibia y el hueso astrágalo, y dejó secuelas permanentes que lo alejaron de su oficio.

Una cámara del Trabajo resolvió que las consecuencias del accidente fueron subestimadas por la aseguradora y ordenó indemnizarlo con base en una incapacidad superior a la reconocida por la vía administrativa.

El accidente ocurrió durante una jornada rutinaria en una obra. La viga metálica se desprendió inesperadamente desde un nivel superior y lo sorprendió de pie, sin posibilidad de esquivar el golpe. El impacto directo lo dejó tendido en el suelo con fracturas evidentes. Sus compañeros lo asistieron hasta la llegada de la ambulancia.

El operario realizaba tareas para la firma Las Cortes SRL. Fue derivado al Sanatorio San Carlos, donde se le diagnosticó una fractura multifragmentaria y conminuta, con desalineación del eje del miembro. El tratamiento incluyó cirugía, inmovilización prolongada y kinesiología. Tras el alta, debió volver a rehabilitación por persistencia del dolor.

Galeno ART aceptó el siniestro pero, tras intervención de la Comisión Médica, solo le reconoció un 16,6 % de incapacidad. El trabajador demandó con respaldo de un dictamen médico que duplicaba ese valor.

La Cámara ordenó una pericia oficial. Tras estudios complementarios, se determinó que el operario presentaba secuelas graves que afectan su movilidad y capacidad laboral. Ese dictamen no fue impugnado y fue central en la sentencia.

Durante el juicio se acreditó que el trabajador fue reubicado en tareas livianas, pero no logró sostenerlas. La Cámara ponderó que las secuelas —dolor crónico, limitación funcional y pérdida de fuerza— afectaron su posibilidad de reinserción.

El fallo ordenó indemnizarlo conforme a la Ley de Riesgos del Trabajo, usando como base su ingreso actualizado por RIPTE, más un 20 % adicional. Además, Galeno deberá reintegrar los gastos médicos acreditados. Se fijaron intereses del 8 % anual desde el accidente hasta el pago.