¿ALIANZA LIBERAL O FRAGMENTACIÓN PARA LA DERROTA?
Nota de opinión de Nicolás Suárez Colman (*): La irrupción de un outsider como Javier Milei rompió todos los escenarios posibles de la política. Ni los analistas; ni los periodistas; y mucho menos la dirigencia política podía predecir la tormenta de votos en las urnas en distritos dominados por el peronismo u otros populismos provinciales. De ahí en adelante todo es más adivinanza que predicción.
Nadie podía anticipar que un candidato sin estructura y sin sustento en el congreso lograría introducir las modificaciones a un sistema corrompido por el populismo socialista, la agenda 2030 y el foro de San Pablo. Aun así, los índices económicos muestran datos alentadores que generan expectativas y por el cual hay mucho interés global en la Argentina. Cualquier candidato sin estructura puede ver un futuro promisorio en materia electoral si representa esas ideas de forma acertada.
Dirigentes y pensadores de las corrientes liberales y libertarias tienen el verdadero desafío, ofrecerle a la sociedad una salida que permita dejar atrás para siempre el fantasma de la izquierda destructiva y empobrecedora. Fortalecer esas ideas requiere visión al largo plazo, profundidad y sobre todas las cosas, madurez en la discusión.
Las ideas de la libertad prosperaron no por sus dirigentes o por convencimiento de la sociedad, sino por el hartazgo y asco que generó durante 70 años la visión degradadora moral, social y económica a la que fueron sometidos cada persona en nombre de la igualdad. Dicho esto, es una obligación inexcusable la de construir puentes que dejen atrás discusiones simbólicas e infantiles carentes de sentido. Nadie es el único representante o dueño de las ideas de la libertad y nadie tiene más o menos valor por haber estado primero. En las ideas de la libertad, si algo no existe son los dueños.
El escenario en Río Negro y sus municipios es preocupante. Estamos subsumidos en la pobreza, la falta de infraestructura, la falta de empleo y el dominio territorial del crimen organizado. Tampoco hay una salida clara del gobierno provincial. La educación es de pésima calidad, el sistema de salud obsoleto; la seguridad es un verdadero desastre, y la justicia brilla por su ausencia.
El verdadero desafío de los hombres y mujeres de la libertad es la de construir de forma conjunta una opción que le ofrezca a los rionegrinos una salida del desastre. Es Alianza liberal o fragmentación para la derrota, o lo que es peor para la continuidad de la casta empobrecedora que domina la provincia y sus localidades.
(*) Nicolás Suárez Colman, Presidente Republicanos Unidos.