Arturo Illia, el honrado presidente argentino de gobierno ejemplar

Hace 39 años moría el Dr. Arturo Illia, una personalidad que se destacó en todas las facetas que desempeñó en sus 82 años de vida. Fue durante años médico en Cruz del Eje, un pueblo que dejó para asumir como presidente, y al que volvió luego de ser derrocado por un golpe militar y negandose a cobrar el salario presidencial por lo que volvió a ejercer su profesión.-
Durante su gestión, se sancionó la ley del salario mínimo, vital y móvil, la ley de medicamentos, la ley de asociaciones profesionales y derogó la ley de contratos petroleros suscriptos por el presidente Arturo Frondizi con empresas extranjeras. Destinó el 25% del presupuesto a educación, ciencia y tecnología. Además, incorporó al Código Penal la figura de enriquecimiento ilícito de los funcionarios.
Pero ni los militares ni los gremialistas le permitieron gobernar. durante su gestión el PBI creció más del 20% acumulado en 1964 y 1965, la industria un 35%, el salario real subió más de un 10% y la ocupación aumentó.
Redujo la deuda externa y aumentó las reservas del Banco Central, todos logros que fueron ignorados o minimizados por quienes lo habían tomado como blanco.
Fue víctima de una cruel campaña de los medios, que lo comparaban con una tortuga, por la lentitud en la toma de decisiones o sentado en un banco de la plaza, con una paloma sobre su cabeza.
El martes 28 de junio de 1966 fue desalojado del poder por un golpe cuya cabeza era el general Juan Carlos Onganía. “Soy el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y usted un vulgar faccioso que usa sus armas y sus soldados desleales para violar la ley”, le recriminó al general Julio Alsogaray esa mañana. En medio de una multitud, subió a un auto y fue a la casa de su hermano en Martínez. Diez años después, el coronel Perlinger le pidió perdón a través de una carta.
Regresó a su profesión de médico y hasta atendió la panadería de un amigo. Había rechazado la jubilación de presidente. Cuando su esposa enfermó de cáncer y debía tratarse en Estados Unidos, vendió su auto para cubrir el viaje. El 6 de septiembre de 1966 quedó viudo. Una complicación pulmonar presagió el final. A las ocho y media de la noche del 18 de enero de 1983, falleció.