Luego de intensas negociaciones por parte del Gobierno, este miércoles finalmente empezó la sesión extraordinaria en la Cámara de Diputados para tratar el proyecto de ley «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos», más conocida como Ley Ómnibus enviada al Congreso por el presidente Javier Milei.

La sesión inició a las 10.30 con la presencia de 137 diputados del oficialismo y de los bloques más dialoguistas, en un plenario que demandará al menos 30 horas de debate con al menos un cuarto intermedio en horario a definir.

Los cambios en el proyecto de ley provocaron que los artículos se redujeran de 524 a 385. A su vez, el oficialismo garantizó el piso de 129 diputados para habilitar la sesión, lo cual fue posible gracias los radicales, el Pro, Hacemos Coalición Federal e Innovación, quienes anunciaron que colaborarán para conformar el quórum y anticiparon que votará en general el dictamen de la mayoría.

Esta será la primera sesión que conducirá Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados. Al comienzo, se le tomó juramento a los legisladores nacionales Ernesto Nader Ali (Unión por la Patria-San Luis), intendente de La Toma que pidió licencia para asumir su banca de diputado, y a Alida Ferreyra (La Libertad Avanza-CABA), quien reemplazará a la canciller Diana Mondino.

Antes de continuar, Menem pidió un minuto de silencio en homenaje al diputado Rubén Marín, quien falleció el 27 de enero.

Posteriormente, el plenario del cuerpo legislativo tendrá su hora y media de cuestiones de privilegio y declaraciones políticas, previo al debate del dictamen de mayoría. De ser aprobado sólo significa su aprobación en general que habilita a la dscusión particular, artículo por artículo, donde cada quien expresará su particularidad sobre cada uno de los temas y donde se descuenta que muchos de los artículos a debatir serán defenestrados.

La particular mentalidad que sostiene que una empresa del estado que no da pérdidas o da ganancias debe pasar a ser administrada por privados, embarga a la mayoría de los libertarios y es inentendible para el resto del cuerpo que sostiene todo lo contrario. Si no da pérdidas y da ganancias, debe permanecer en poder el estado si o si.-