Cómo afecta la supervivencia de las abejas a la biodiversidad y a la vida de los seres humanos
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) concientiza a la población mundial sobre la necesidad de protegerlas ante la amenaza de su supervivencia y con ellas, de la nuestra. «Las abejas corren el peligro de extinguirse». Este es el mensaje que Naciones Unidas ha difundido a la sociedad desde que establecieran el día mundial de las Abejas.
Nuestra supervivencia depende de la supervivencia de estas criaturas y de otros polinizadores, como las mariposas o los colibríes, pero cada vez están más amenazados por el impacto de la actividad humana en el planeta.
¿Por qué dependemos de las abejas?
«La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres», detallan en las Naciones Unidas. De hecho, cerca del 90% de las plantas con flores de todo el mundo dependen de esta polinización para poder reproducirse.
El 75% de los cultivos alimentarios del planeta dependen en gran medida de la polinización.
Y no solo eso. El 75% de los cultivos alimentarios del planeta dependen en gran medida de la polinización, así como el 35% de las tierras agrícolas. De tal manera que la seguridad alimentaria está completamente amenazada ante una posible extinción de las abejas. Además, «son indispensables para conservar la biodiversidad», recuerda el organismo internacional.
«Al transportar el polen de una flor a otra, las abejas y otros polinizadores no solo posibilitan la producción de una abundancia de frutas, frutos secos y semillas, sino también más variedad y mejor calidad, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y la nutrición», explican desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Como han alertado ya desde Ecologistas en Acción, al igual que desde multitud de asociaciones y fundaciones en todo el globo, su desaparición podría suponer una catástrofe para los seres humanos. «Sin polinizadores, sin descomponedores de materia orgánica, sin depuradores del agua, sin depredadores que equilibren poblaciones animales, etc. Los sistemas naturales dejan de funcionar y con ello muchos de los procesos que necesitamos para sobrevivir».
¿Cuáles son las causas del peligro de extinción?
«Las tasas actuales de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal debido a las repercusiones humanas», aseguran en Naciones Unidas. En este sentido, cerca del 35% de los polinizadores invertebrados, especialmente abejas y mariposas, se encuentran en peligro de extinción.
«La abeja también es la resistencia a este modelo producción y consumo».
¿Y por qué ha disminuido tan rápido la población de abejas? Por un lado, la agricultura intensiva es una de las causas fundamentales, así como los pesticidas empleados en estas prácticas, alertan en Ecologistas en Acción. «La abeja también es la resistencia a este modelo producción y consumo», defienden.
Asimismo, como recuerda la ONU, los cambios en el uso de la tierra, los plaguicidas, las especies exóticas invasoras, las enfermedades, plagas y la crisis climática son factores que están propiciando su extinción.
Frenar esta amenaza
Si no se frena esta amenaza, una de las consecuencias será que algunos cultivos esenciales, como los de frutas u hortalizas, «serán sustituidos cada vez más por cultivos como el arroz, el maíz y la patata, lo que podría desembocar en una dieta desequilibrada», agrega la FAO.
Aseguran la supervivencia de multitud de plantas y contribuyen a la regeneración de los bosques. Además de todos los productos que nos proporcionan -como la miel, la jalea o la cera- las abejas tienen un papel clave en la conservación de la biodiversidad. Aseguran la supervivencia de multitud de plantas y contribuyen a la regeneración de los bosques y a la adaptación al cambio climático.