DISCRIMINACIÓN EN EL TELEFÉRICO ¿ERA UNA CONDUCTA HABITUAL?
Sorprendió días atrás la denuncia pública de un heho de discriminación ocurrido en el Teleférico Cerro Otto, que habría sufrido un matrimonio de no videntes y sus hijos. A una pareja de turistas con discapacidad visual se les había impedido el acceso al Teleférico Cerro Otto, por la empleada que los atendió en la ventanilla.-
La mujer les había proferido mal trato e insistió en su negativa aún cuando la pareja ya contaba con dos acompañantes que voluntariamente se habían ofrecidos como responsables para posibilitar su acceso al medio de elevación.
El Sr. Pablo Lecuona, fue una de las víctimas de la situación y refirió que él y su esposa, la Sra. Lorena Aguirre, «eran personas con discapacidad visual, responsables y autónomas, que se encontraban como turistas en nuestra ciudad junto a sus dos hijos pequeños Nicolas y Ciro de un año y medio y de cinco años respectivamente.
Durante su estadía, habían efectuado todo tipo de caminatas y excursiones junto a sus hijos y que lamentaban mucho este hecho que empañaba el disfrute que habían tenido de nuestra ciudad y de los avances que habían observado en cuanto a inclusión y accesibilidad respecto de anteriores visitas realizadas.
Conocida publicamente la situación surgiron otros casos similares que tienen también como protagonistas a personas con discapacidad y a la Fundación Sara María Furman los que no fueron oportunamente denunciados a la Dirección de Discapacidad Municipal y a OMIDUC para su tratamiento conjunto, como antecedentes de lo que viene ocurriendo y para su consideración al momento de tomar las medidas más adecuadas.