«EL DEBILITAMIENTO DE LA FE ES FRUTO DE LA AUSENCIA CASI TOTAL DE LA PRÁCTICA RELIGIOSA»

El arzobispo emérito de Corrientes, Domingo Salvador Castagna, en su reflexión para el segundo domingo de Cuaresma expresó que “se produjo un debilitamiento de la fe» como «fruto de la ausencia, casi total, de la práctica religiosa”.
“Un mínimo porcentaje de bautizados se proclama ‘practicante’, y parece no inquietarse demasiado por quienes no lo son. La desconexión, de la Palabra de Dios y de los sacramentos, constituye la causa profunda de la falta de fe religiosa y de su ingravitación en el comportamiento ético y moral de muchas personas, confesadas públicamente como ‘católicas’”, continuó el prelado.
Asimismo, manifestó que “todo el mundo lleva a bautizar a sus hijos, y muy pocos se esmeran en que, esos bautizados, sean educados y vivan como cristianos. La familia ha dejado de ser transmisora de la fe y cuna de santos”. “Allí está el origen de la incredulidad contemporánea. Un enorme desafío para la pastoral de la Iglesia. El mal no está en sus consecuencias, sino en sus causas”, aseguró.
“El mismo celo, que animó a los Apóstoles a cristianizar al pueblo judío y al mundo pagano, debe hoy animar a la Iglesia para reconvertir a los bautizados sin fe. ¿En qué consiste ese celo? En presentar a Cristo resucitado como el único Salvador del mundo”, subrayó.
Finalmente, recordó que San Pablo “creó una pastoral adecuada para enfrentar a la gentilidad. Es un modelo para la Iglesia contemporánea”. (AICA)