EL PERONISMO PIERDE EL CONTROL DEL SENADO POR CUATRO DESERCIONES
El Frente de Todos se parte con la creación de un bloque independiente que no responderá al Gobierno. Cuatro legisladores comunicaron este miércoles a la vicepresidenta y titular de la Cámara Alta, Cristina Kirchner, que desde el 1 de marzo, cuando arranca la nueva legislatura, integrarán un bloque separado.
Lo llamarán Unidad Federal y no responderá a los mandatos de la Casa Rosada. La fractura es un golpe para CFK, que deberá negociar con integrantes de su propio partido para la aprobación de normas clave. Y también para el peronismo en general, que pierde la primera minoría en manos de la oposición de Juntos por el Cambio.
El Senado es territorio de Kirchner. Distanciada del presidente, Alberto Fernández, hizo de la Cámara Alta su refugio político. Allí están representadas las 23 provincias argentinas y la ciudad de Buenos Aires, a razón de tres senadores por cada jurisdicción.
Los legisladores responden a los intereses de los gobernadores, que no siempre coinciden con los del gobierno nacional, aunque sean del mismo partido. Como este año hay elecciones generales, las lealtades políticas suelen perder cemento. Este ha sido el caso.-
CFK controló los hilos del Senado con mano de hierro desde la llegada a la vicepresidencia en 2019, pero las peleas internas que devastan a la Casa Rosada finalmente se trasladaron al Congreso. A media tarde, la vicepresidenta hizo pública la carta de ruptura del senador por Jujuy (norte) Guillermo Snopek, con duras acusaciones contra el presidente, Alberto Fernández.
En un intento por desmontar los titulares de la prensa que consideraron el nuevo bloque una afrenta política a la vicepresidenta, intentó desviarlo. “Motiva mi decisión la distancia cada vez mayor que siento respecto al rumbo de gestión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, alejado -a mi humilde entender-de las prioridades que nuestro pueblo demanda”, escribió Snopeck”.
En el comunicado conjunto, sin embargo, el tono fue más moderado. Tenemos, escribieron, “la necesidad de construir una alternativa dentro del senado de la Nación que responda a las necesidades de nuestros territorios y que representen a los ciudadanos que nos eligieron por el voto popular”. La tensión entre el centralismo del Gobierno de Buenos Aires y las provincias es una constante.-
El peronismo que responde sin fisuras a la Casa Rosada y al kirchnerismo tendrá ahora 31 senadores, seis menos de los 37 que necesita para tener el quorum necesario para tratar temas sin la presencia opositora en el recinto.
A partir del 1ª de marzo, Cristina Kirchner deberá negociar con el nuevo bloque el voto de cada proyecto. No será una tarea fácil: 2023 es un año electoral y cada gobernador jugará su carta con un ojo puesto en su territorio.
Muchos de ellos incluso desdoblaron el calendario electoral cuando las expectativas del candidato nacional no son buenas, como es hoy el caso. La división es notoria y visible claramente.-
En el trasfondo por ahora, la suerte del gobierno y quien sea finalmente su candidato, está sustentada en la realidad muy dividida de la oposición con la ausencia de un líder claro y la sombra que sea Macri el candidato, en cuyo caso tendría posibilidades de mantener el gobierno cuatro años mas.-