HALLAN EVIDENCIAS DE CONSUMO DE CEREBROS HUMANOS HACE 18 MIL AÑOS
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En un reciente estudio publicado en la revista Scientific Reports, un equipo internacional de investigadores ha identificado pruebas contundentes de prácticas de canibalismo cultural entre las comunidades humanas del Magdaleniense, hace aproximadamente 18.000 años. Este descubrimiento, realizado en la cueva de Maszycka, en Polonia, aporta nuevos datos sobre las prácticas mortuorias y rituales de este período de la prehistoria.
El hallazgo se fundamenta en un exhaustivo análisis tafonómico realizado sobre 63 fragmentos óseos humanos, dentro de los cuales se incluyen cráneos y huesos largos de las extremidades. Los resultados de este estudio indican que un 68% de los restos presentan signos inequívocos de manipulación humana, tales como marcas de corte y fracturas intencionadas. Estas evidencias apuntan a la extracción deliberada de tejidos musculares, del cerebro y del tuétano, lo que sugiere que los cuerpos fueron procesados con fines de consumo poco después del fallecimiento.
Utilizando técnicas avanzadas de microscopía 3D, los investigadores lograron diferenciar con precisión las marcas ocasionadas por herramientas humanas de aquellas que podrían haber sido producidas por factores naturales o por la acción de carroñeros. Según Francesc Marginedas, investigador del IPHES-CERCA y autor principal del estudio, la localización y distribución de estas marcas evidencian una explotación nutricional de los cadáveres, descartando por completo la posibilidad de que se tratara únicamente de un tratamiento funerario sin consumo.
Los restos óseos muestran un claro patrón de procesamiento. En los cráneos se identificaron cortes asociados a la extracción del cuero cabelludo y la carne facial, así como fracturas producidas para acceder al cerebro, un órgano altamente nutritivo. Por otro lado, los huesos largos, como el fémur y el húmero, presentan fracturas por percusión, una técnica empleada para extraer el tuétano, una valiosa fuente de grasa y energía. La distribución y reiteración de estos patrones sugieren un consumo metódico, priorizando las partes más ricas en nutrientes.
Los investigadores consideran que este comportamiento podría estar vinculado a tensiones intergrupales y conflictos territoriales propios del Magdaleniense. De acuerdo con la Dra. Palmira Saladié, coautora del estudio, el canibalismo es una práctica documentada en distintos momentos de la evolución humana, con diversas motivaciones, que pueden ir desde la supervivencia hasta rituales o actos de violencia extrema.
El estudio plantea que el crecimiento poblacional posterior al Último Máximo Glacial pudo haber generado una mayor competencia por los recursos, lo que habría derivado en enfrentamientos entre grupos. En este contexto, el canibalismo pudo haberse ejercido como una forma de violencia contra los enemigos, es decir, un canibalismo de guerra.
En la actualidad, existen cinco yacimientos en Europa que presentan evidencias claras de canibalismo durante el Magdaleniense, lo que indica que esta práctica no fue un hecho aislado, sino que posiblemente formaba parte de la cultura de estos grupos, ya sea con el consumo de sus propios muertos o de adversarios capturados. Algo que se repetiría en America diez mil años después y hasta hace unos 400 años. (LBV)