HOY CUBRIMOS EL RESCATE DE UN TESORO HISTÓRICO QUE VOLVIÓ A BRILLAR
Este mediodía nos sorprendimos gratamente pues no conocíamos la existencia todavía de un filántropo en el mundo y nuestra argentina, donde reina el dios dinero por sobre todas las cosas, y que un billonario francés como Yvon Chouinard y su familia tenga una actitud diferente es muy pero muy raro.
Más de 100 años de historia, un espíritu aventurero, y los comienzos de la conservación ambiental en la Argentina son algunos de los elementos que combina la inauguración del nuevo local de Patagonia en la Argentina, el segundo que tiene la marca de ropa outdoor en el país.
Todos esos condimentos, y muchos más, se reúnen en una persona y su familia, que hoy ve su legado puesto en valor y protegido para las próximas generaciones.
«Muy en sintonía con su filosofía y su espíritu disruptivo, en lugar de buscar opciones convencionales, Patagonia eligió como sede de su nuevo local en Bariloche, la histórica casa de Emilio Frey, quien fuera topógrafo del Perito Moreno en sus expediciones para definir el límite con Chile, primer intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi y cofundador y primer presidente del Club Andino Bariloche.
Como dice nuestra misión, nosotros estamos en este negocio para salvar nuestro hogar, el planeta Tierra. Por eso a la hora de pensar en un nuevo local buscamos potenciar la capacidad de cumplir nuestra misión desde muchos aspectos. Por eso en Bariloche elegimos restaurar y poner en valor la Casa Frey, para que además de vender ropa sea un espacio para promover el turismo sustentable, la conservación del ambiente y fomentar el espíritu aventurero que permite conectar con la naturaleza para conocerla, amarla y protegerla”, comenta Agustín Fox, country manager de Patagonia en Argentina.
Una historia centenaria
Los orígenes de la casa se remontan a la década de 1910, cuando Emilio Frey y su mujer Rosa Schumacher compraron el lote 45 de la granja de la familia Runge, ubicada en la ladera del cerro que hoy lleva su nombre. Una vez que tuvieron la tierra convocaron al arquitecto Primo Capraro, el amigo italiano que los había presentado, para que les construya un “chalet”, como se le decía en el pueblo.
Capraro había viajado por Suiza y Alemania y trajo algunas ideas. También sabía que la pareja Frey era de ascendencia suiza. En 1916, finalizó la construcción de la casa, que sería hecha completamente de madera de ciprés. Solo las tejas serían de madera de alerce.
Por aquellos años, mientras Frey lideraba la construcción de caminos, Rosa promovía el hospital del pueblo. Cuando Los Cipreses estuvo terminado, solo había 200 casas en Bariloche. Era hora de que la familia comience a trabajar en el jardín.
Los campos de frutillas necesitaban ser bien cuidados, o la cosecha se perdería. Mientras tanto, Rosa trabajaba incansablemente con las rosas. Tal era su dedicación que sus amigos la llamaban la “rosa de Nahuel Huapi”, una combinación juguetona entre su nombre y su pasión por estas flores.
El trabajo de restauración encarado por Patagonia no sólo abarcó la casa, sino también otras construcciones históricas dentro del predio, la huerta y los jardines. La increíble colección de rosas plantadas por la fiel compañera de Frey fue protegida y puesta en valor con el cuidado de jardineros expertos.
Desde que los últimos descendientes de Frey regresaron a Suiza la casa fue habitada y cuidada por familias amigas pero, en el último tiempo estaba deshabitada, lo que atentó contra su estado, tanto edilicio como de los jardines. Esta fue una de las razones por la que los descendientes de Frey aceptaron la propuesta de Patagonia y compartieron su emoción al saber que recuperaría su esplendor y cuidaría el legado de Emilio y Rosa para las generaciones futuras.
«Cuando falleció mi abuela en 2014, decidimos vender Los Cipreses. Eso fue una decisión bien difícil, pero era imposible para nosotros mantener la casa en buen estado viviendo en Suiza. Así empezó la ronda de los potenciales compradores, pero ninguno correspondía en lo que mi mamá y yo queríamos.
Es decir, alguien respetuoso del lugar, que no iba a cubrir todo de hormigón para hacerse un montón de plata, alguien que iba hacer algo respetuoso y ligado a la historia de nuestra familia, alguien enamorado del jardín de mi abuela y sus rosas.
Pasaron los años y volví con mamá en 2022 para buscar algunas cosas en la casa. En ese momento, ella me dio la responsabilidad moral de Los Cipreses y, poco después, falleció”, relató Isabelle Bovey, bisnieta de Emilio Frey.
“Con toda la familia Frey y Neumeyer en las nubes, yo les pedí ayuda. Y lo increíble es que ahí apareció Patagonia. Y lo más increíble es que al final compraron Los Cipreses. Para mí, pasó algo misterioso desde las nubes… Cuando Patagonia nos desveló el proyecto de Los Cipreses, fue un alivio ver lo lindo que era.
Correspondía totalmente a nuestro sueño. No iban a destruir nada, al contrario, iban a restaurar la casa vieja con materiales de primera calidad y la casa chica también. Y el jardín abandonado iba a florecer. Así que, como en los cuentos para niños, se puede decir que todo terminó bien.” agregó Isabelle Bovey.
Una plataforma para cuidar el planeta
Fiel a la historia de la Casa Frey, el nuevo local de Patagonia ubicado en el kilómetro 1,5 de Bustillo, en Bariloche, no es solamente un espacio comercial sino que abrió sus puertas para promover una filosofía y cuidar el planeta.
El pasado viernes 29 de noviembre por primera vez fue sede de una jornada global de reparación gratuita de ropa para hacerle frente al hiperconsumo que se promueve durante el Black Friday, el histórico día de ofertas de los Estados Unidos que en los últimos años se ha globalizado.
Sólo durante ese día, se lograron reparar más de 185 prendas, recibiendo muchas de ellas arreglos radicales, es decir, reparaciones de parches de tela en mangas y rebordes de camperas.
En este sentido, Casa Frey también busca ser un punto de encuentro ideal para quienes buscan información, recomendaciones y capacitaciones en deportes y actividades al aire libre, además de promover un turismo de naturaleza respetuoso y consciente del entorno.
Allí, los visitantes encontrarán asesoramiento sobre experiencias turísticas responsables y podrán descubrir propuestas intensas de contacto con la naturaleza, incluyendo deportes de agua y montaña. Por supuesto que será también una visita obligada para los barilochenses y los turistas que quieran conectar con una historia fascinante y continuar el legado de quien también fuera intendente de Bariloche y presidente de Parques Nacionales.
“Estamos muy felices porque después de muchos años de presencia en la Argentina, Patagonia llega a la región que cautivó e inspiró a nuestro fundador Yvon Chouinard. Con la Casa Frey podemos cuidar y difundir el legado de Emilio Frey como topógrafo, aventurero, político y ambientalista. También podemos continuar el legado de Yvon como escalador pionero, amante de la naturaleza y empresario rebelde.
En Patagonia creemos en la fuerza de las comunidades y queremos ponernos al servicio de Bariloche para cuidar un entorno único que gracias a visionarios como Moreno y Frey cuenta con un Parque Nacional que visitan personas de todo el mundo”, agrega Agustín Fox.
Las principales obras en la Casa Frey incluyeron:
● Restauración de la casa principal. Se utilizaron técnicas y materiales de la época para poder recuperar el estilo original de Casa Frey.
● Se realizaron trabajos de jardinería y paisajismo para la preservación de las especies nativas y el jardín de Rosas
● Restauración de “el puesto”, un pequeño galpón reconvertido en el taller de reparaciones de prendas para las campañas de arreglos gratuitos que la marca realiza bajo el nombre de Worn Wear.
Fuimos recibidos con mucha calidez, compartimos un exquisito pacú y una recorrida por el lugar absolutamente reconstruido, cuyas imágenes podrá apreciar en El Catalejo Tv en la emisión del 26 de Diciembre próximo, pero lo adelantamos para que se haga de unos minutos y se acerque a conocerla. (ROSL)