LA EXTRAÑA FUGA DE ALVES FERREYRA DEL PENAL TRES
Ocurrió el martes pasado. Relata el diario Rio Negro que para tratar de engañar al personal penitenciario, dejó en su cama varias pertenencias cubiertas con una frazada. A simple vista todo indicaba que Amanda Alves Ferreira dormía en la celda dos del penal de Bariloche. La idea era no despertar sospechas. Y, sobre todo, ganar tiempo.
Un disparo resonó alrededor de las 21.30 del martes en el edificio de la unidad penitenciaria. Fue el primer indicio de que algo fuera de lo normal ocurría. Un empleado penitenciario apostado en el puesto de vigilancia tres alertó que una persona se desplazaba sobre el techo, en el sector de autodisciplina. Vestía ropas oscuras, un gorro y zapatillas claras.
Le dio la voz de alto, pero no detuvo su frenética carrera en dirección al alambrado del cerco perimetral de la cárcel. En un puñado de segundos, esa persona lo trepó y saltó hacia la calle Chubut, y se alejó corriendo del lugar en sentido norte-sur. El penal de Bariloche está rodeado de viviendas. Es una zona residencial.
La sospecha es que tuvo respaldo de terceros en el exterior y posiblemente huyó en un automotor, pero las fuentes no revelaron si tienen evidencia para confirmar o descartar esa hipótesis. Personal del grupo especial del servicio penitenciario salió en su persecución. Recorrieron la zona, pero no hallaron rastros de la persona evadida. Las sospechas apuntaron hacia Alves Ferreira, que fue condenada por el homicidio de su amiga Eduarda Santos de Almeida.
¿Cómo escapó?
Según la información oficial a la que Diario RÍO NEGRO accedió de fuentes con conocimiento del caso, cuando se hizo el recuento e inspección dentro de los sectores del establecimiento penitenciario se constató que faltaba Alves Ferreira, en la celda 2, donde convivía con otros cuatro internos.
Cuarenta y ocho horas después de la fuga, nadie explicó hasta el momento cómo Alves Ferreira logró acceder al techo del edificio. La información de las autoridades del penal señala que se inspeccionó la celda y no se visualizó “daños en puerta reja, ventanales y sistema de ventilación”.
El misterio, tiene que tener una explicación. El miércoles, el juez Juan Martín Arroyo declaró la rebeldía de Alves Ferreira y ordenó su captura, a partir de un pedido del fiscal jefe Martín Lozada. El fiscal Marcos Sosa Lukman quedó a cargo de investigar la fuga y posibles responsables.