Dialogaba con un amigo que es allegado al RENAR, el registro nacional de armas y me decía que los vecinos se estan armando ante la ineficacia de la policia y la justicia en la protección de los honestos. Citaba el caso de La Plata, donde los motochorros y la delincuencia se manejan como si no hubiera ni gobierno, ni fuerzas de seguridad, ni justicia.-

Las informaciones diarias provienen de todo el país pero bueno es reconocer que los epicentros de robos domiciliarios, de vehículos y locales está en el gran Buenos Aires, Caba, Córdoba y Santa Fe, donde ya las cámaras de seguridad no sirven pues a pesar de los registros no se detiene a nadie. El sonido de las alarmas vecinales, de vehículos, de propiedades tampoco los detienen pues no hay reacción.-

Mencionaba que el modus operandi policial consiste en dialogar con el que llama y denuncia y esperar diez o quince minutos para llegar tarde y no tener problemas por si los delincuentes están armados para «hacer como» y que en realidad no pase nada.-

El RENAR ha ofrecido permanentemente el canje de armas «legales» o no a particulares buscando sacarlas del circuito, pero obviamente las que poseen los delincuentes no son las que se entregan, todo lo contrario.

Hay «proveedores» de delincuentes que incluso las alquilan por dia o por hecho a quienes buscan robar o asaltar.-

La droga es el otro componente pero se debe legislar para evitar que sea tomado como un atenuante de un hecho delictivo y por el contrario se debe endurecer el castigo por ello.

Este modus operandi de la justicia incluso, pretende ser causal en atropellos y muertes en el tránsito.-

Lo cierto es que se está haciendo carne que en la medida que el ciudadano comun esté armado el ladrón pierde poder e incluso que esa realidad vaciará las carceles y los juicios ya que nadie tendrá contemplación con los delincuentes por lo que están promoviendo tenencias libres de armas como en los EE.UU.-

Le preguntaba si no se corre el riesgo que al igual que en aquel país mueran inocentes y me decia que sobre todo los damnificados, que son cada día muchisimos más, interpretan esa situación como inevitable y costo/daño colateral inevitable pero necesario pues sería minimo en relación al número de delincuentes que la gente sacaría de las calles y sn necesidad de mantenerlos.-

La inseguridad es el cáncer de la democracia porque deriva en metástasis desagradables que socavan la actividad reglada por la sociedad para su desarrollo, resignándola a una involución que degrada comportamientos, valores, actitudes y empatías de sus habitantes.-

Pero los políticos y legisladores deberían comprenderlo más que nadie en lugar de tolerarlos e incluso asociarlos en busca de punteros y votos (ROSL 19-01-2022 – 14 hs).-