LA MORDIERON DOS PERROS EN EL PASEO DE PLAYA BONITA Y DENUNCIA FALTA DE CONTROL
Una vecina contó el mal rato que pasó cuando caminaba por el paseo de Playa Bonita y denuncia la actitud pasiva de las dueñas de los perros que la atacaron. La nota expresa textualmente:
«A los vecinos caminantes: Ayer domingo tuve que sobrellevar una pésima y riesgosa experiencia en el nuevo paseo costanero de Playa Bonita.
Cuando estaba disfrutando del lugar me pasaron a escasa distancia dos perros enormes (estilo San Bernardo) que estaban sueltos y sin correa alguna provocándome miedo y un gran susto.
Inmediatamente traté de explicarle a la dueña, que venía pasos atrás de los canes, que el sendero no estaba habilitado para perros, menos sin correa y bozal.
Debo aclarar que la regulación para este espacio público está expuesta en el lugar por la Municipalidad de Bariloche y advierte: no entrar con vehículos, no hacer fuego, no acampar en el lugar y no ingresar con perros. Pero lejos de encontrar una respuesta comprensiva de la mujer y su compañera (una joven) comenzaron a justificarse y hablar sobre las bondades de sus perros.
De repente -y sin mediar un gruñido o ladrido que me pusiera en alerta- los dos perros se me abalanzaron y me atacaron en simultáneo. Uno me abrió una herida en el brazo derecho y el otro por detrás en el muslo derecho. Ambos, como entrenados para el ataque, no paraban de morder pese a las órdenes de las mujeres, pero no podían porque les faltaban las correas para arrastrarlo y alejarlos de mí.
Las vecinas viven en Bariloche, en el km 7,200 de Pioneros, seguramente conocen, o debieran, la Ordenanza 1931-CM09, Art.°25 (Texto ordenado por Ordenanza 2501-CM-14 Anexo XVIII-) de canes en espacio público. En una defensa bochornosa ante lo que sucedía aseguraron que “sus perros son buenos”.
Sin embargo, el ataque repentino y furioso de ambos animales las desmintió. Cuando busqué parar el sangrado del brazo (aún no había visto la herida del muslo) y volviendo a la mujer mayor le anticipé que haría una denuncia.
Ella en ningún momento preguntó por cómo me sentía, por el tamaño del daño sufrido y tampoco se ofreció solidariamente para acompañarme a una guardia. Como único argumento de despedida me dijo “no se preocupe que son perros vacunados, no pasa nada”. Luego de darme sus datos continuó con su paseo.
Quiero pedir por este medio a las autoridades municipales que actúen para evitar el ataque de perros a peatones y ciclistas en el paseo de Playa Bonita. Sin duda pudo ser peor la consecuencia en mi cuerpo, pero imaginemos si esto le ocurre a un niño o una persona más frágil.
Pido también a los dueños de los perros que no se abusen de ellos, no los expongan, su animal actúa como tal y no les cabe la opción ética de adecuarse a normativas, eso es responsabilidad indiscutible de sus dueños.
También quiero agradecer por este medio a la guardia del Hospital Ramón Carrillo, al médico y la enfermera que me asistieron, a los policías de la Comisaría del km 5 por la atención recibida, cada uno en lo suyo hizo que mi estado de terror, angustia y estrés fueran disminuyendo.
Actualmente, y como consecuencia del ataque recibido, tomo antibióticos por las heridas, me vacunaron y me dieron calmante para el dolor. Estimo que no deben repetirse estos casos, podemos prevenir y comprender que si los perros son respetados y queridos por sus dueños, no deben ser expuestos a riesgos en paseos públicos regulados».
Norma Graciela Narvaez