LA TORETTO LA INFLUENCER QUE MATÓ BENEFICIADA CON LA PRISIÓN DOMICILIARIA

La Toretto , la influencer que atropelló y mató a un motociclista corriendo picadas, haciéndose propaganda y vanagloriándose de sus actitudes en las redes, escapó del lugar por lo que tuvieron que buscarla para detenerla y finalmente se entregó al no poder huir más.
El día del accidente se encontraba al volante de un vehículo VW Gold Trend gris, patente AD954DE. Fuentes policiales informaron que estaba acompañada de un amigo en el momento en el que embistió a Walter Rubén Armand y salían de un bar.-
En la defensa de la irresponsable se señaló que le pidió a una persona conocida de City Bell, que se encontraba en otro vehículo, que la guiara para salir de la ciudad. «De esta forma, Felicitas comenzó por seguir al otro automóvil con la finalidad de salir de la zona céntrica de La Plata; lamentablemente, y como consecuencia de su conducción imprudente y veloz, al llegar a la esquina de calle 13 y 32 cruzó un semáforo que se encontraba en rojo y causó la muerte de un muchacho», relataron.
Felicitas Alvite, la joven de 21 años conocida como «La Toretto de La Plata», era trasladada al penal de Magdalena desde la alcaidía de Melchor Romero, por orden del juez Claudio Bernard, del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de la capital bonaerense.
Sin embargo, gracias a una reciente resolución de la Justicia bonaerense podría obtener el beneficio de la prisión domiciliaria, algo que vienen reclamando los abogados de la imputada por atropellar durante una picada al motociclista Walter Armand, provocándole la muerte.
En concreto, la Corte Suprema de Justicia de la provincia rechazó una queja presentada por la madre del motociclista asesinado, tratando de evitar que se le otorgue la domiciliaria a Alvite, como previamente había ordenado Casación.
Ahora, el máximo tribunal bonaerense resolvió “desestimar la queja interpuesta por Segunda Nieves Zelarrayán”, según se indica en el documento emitido el miércoles 7 de mayo, lo que fue celebrado Flavio Gliemmo, abogado de la acusada. Por suerte existe una justicia divina porque el joven de 36 años que perdió la vida no puede defender su necesidad de justicia.-