LICEÍSTAS UNA RAZA FUERA DE PELIGRO DE EXTINCIÓN
Nota de opinión de Bryan Mayer (*): El que vive a un par cuadras. El que vive a cientos de kilómetros. El que quiere irse todos los días porque extraña a la familia. El que elije ser pupilo porque ahí tiene todo lo que necesita. El bedel. El que está de semana. El que tiene la tercera imaginaria. El que todavía no sabe afeitarse. El que tiene más barba que los padres de otros.
El que no quiere salir de maniobras. El que sueña con ser Rambo. El que quiere seguir la carrera militar. El que quiere estudiar biología. No importa el año. No importa en cuál Liceo se pare uno. En cualquier momento y en cualquiera de ellos encontrará estos ejemplares en común. Y muchos más.-
Nuestro país creó Liceos Militares, Aeronáuticos y Navales desde 1938 hasta 1979. Forman parte orgánica de las tres Fuerzas Armadas de nuestro país y se distribuyen federalmente desde Misiones hasta Chubut. También son parte identitaria de las regiones donde están ubicados y, por proyección, de todo el país.
Cada uno de los ex cadetes que pasó por esas aulas, junto a los suyos, sus docentes e instructores forman parte de la gran familia Liceísta. Además de inseparables hermanos, hasta matrimonios pueden verse dentro de ella.-
Como ya fue dicho, la condición de Liceísta destruye cualquier frontera de tiempo, espacio, género, ideología y religión. Por ejemplo, pese a los tiempos y distancias, aquellos “del Roca” que integran las primeras promociones entenderán perfectamente una anécdota de las nuevas generaciones “del Aráoz Lamadrid” y viceversa.
Es que, más allá de cambios de época, nombres, formas y maneras, la esencia que alimenta el núcleo del alma de cada Cadete es la misma. Lo que antes era exclusivo de varones, hoy es mixto. Lo que antes era excluyentemente un internado, hoy permite elegir. Pero fue y seguirá siendo un Liceo.-
Algunos llevan el Liceo en su corazón porque allí conocieron al amor de su vida. Otros porque aprendieron a superar esa fea sensación de despedir a mamá para no verla hasta la otra semana. (O hasta las vacaciónes) Muchos recordarán con nostalgia estar en una carpa con sus camaradas, esperando que el oficial instructor los despierte para enseñarles cómo desplazarse y sobrevivir en el medio del terreno.
Otros tantos añorarán una broma pesada en medio de la noche o esconderle el uniforme al del cofre de al lado. Los ejemplos son millones, más o menos profundos, pero todos refieren un sentimiento de fuerte pertenencia y camaradería que acompañó el viaje de niños a hombres y niñas a mujeres a miles de argentinos que hoy sienten la Patria de una forma especial.-
Radicales, peronistas, socialistas, comunistas, de izquierdas y de derechas. Del Liceo egresaron seguidores y referentes de esas y cualquier otra ideología. Musulmanes, judíos, católicos y cristianos también se formaron allí, junto con ateos y agnósticos.
Grandes cantidades de curas, ingenieros, farmacéuticos, comerciantes, colectiveros, políticos, maestros, militares y periodistas pasaron por un Liceo, como otros participantes de la infinidad de profesiones y ocupaciones que realiza la humanidad en su vida adulta. Todos ellos forman parte de la familia sin problemas, porque la comunión de la condición Liceísta es más fuerte que cualquier diferencia artificial. (*) Bryan Mayer de y para El Litoral
A propósito de la aparente intención anunciada y no aclarada demolición de las paredes del Liceo Roca de Comodoro Rivadavia, construido por el General Juan Domingo Peron, bueno es recordar también el
APORTE DE LOS LICEOS A LA CLASE POLÍTICA
Es bueno –de vez en cuando- ejercitar la memoria, como para recordar a algunos de los políticos que en verdad pasaron por los liceos militares, recibiéndo allí la mejor formación e incluso formación militar.
Ocurre que muchas familias entendían que podían brindarles a sus hijos una buena formación académica, que además los posicionara dentro de los ámbitos del poder nacional. Se pensaba como un ‘reaseguro’, porque abría puertas con determinados ambientes del poder político e institucional.
Así tenemos que el honorable ex Presidente radical Raúl Ricardo Alfonsín fue liceista, y tuvo por compañero en el Liceo General San Martín, a quien luego sería el todopoderoso ministro del Interior de la dictadura, el general Albano Harguindeguy.
También el radical Fernando de la Rúa, fue liceísta, en este caso en el Liceo General Paz de Córdoba. Lugar por donde también pasó el chistoso y verborrágico político multifunción: Luis Juez.
Otro radical, aquél del famoso “no positivo”, el vicepresidente Julio Cobos egresó del Liceo General Espejo de Mendoza.
Existe en el país un liceo que fue creado por la presidencia de Juan B. Justo y Basilio B. Pertiné; éste fue nada más y nada menos que el abuelo de Inés Pertiné, cónyuge de… De la Rúa. Se trata del Liceo General San Martín.
Por sus aulas y zonas de orden cerrado pasaron también Jorge Blanco Villegas (extitular de la Unión Industrial Argentina), el banquero Manuel Sacerdote, el neoliberal/derechista Ricardo López Murphy, y el verborrágico y televisivo ex ministro de Carlos Menem, Avelino Porto.
El ex vicepresidente y gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, que tuvo como Ministro de Justicia a otro egresado: Jorge Casanovas. Pudiéndose contar también dentro del peronismo al exProcurador de la Nación Esteban Righi.
Otros dos peronistas conocidos, egresaron del liceo cordobés: Ignacio Vélez y Fernando Vaca Narvaja.
Del Liceo Almirante Brown egresaron el ex director del diario La Nación, Claudio Escribano, y hasta el popular médico Alberto Cormillot. Agregándose también el macrista Guillermo Montenegro, que fuera Ministro de Seguridad de la comuna porteña.
En Santa Fe, el ‘socialista’ Antonio Bonfatti es recordado por sus alumnos que lo conocieron (y sufrieron) en el Liceo Manuel Belgrano y otros tantos conocidos menos relevantes que nunca se avergonzaron de ser liceístas. Hoy un ignoto intendente de Comodoro lo quiere derribar (¿?)