OCHO DE CADA DIEZ PACIENTES CON HEPATITIS «C» NO TIENEN DIAGÓSTICO

Nota de opinión de Pablo Oribe (*): La hepatitis C es un caso paradigmático porque es una enfermedad crónica que puede poner en riesgo la vida, pero que tiene cura con tratamientos cortos, que están disponibles y que tienen cobertura al 100% en nuestro país. La Asociación Buena Vida remarca la importancia de testear contra este virus o volver al médico para curarse si uno sabe que la tiene. Este 19 de mayo es el Día Mundial del Testeo de Hepatitis, una oportunidad para concientizar al respecto.
Este 19 de mayo es el Día Mundial del Testeo de Hepatitis, una fecha para recordar que las hepatitis virales son enfermedades silenciosas, que no suelen dar síntomas, pero que afectan a millones de personas en el mundo ya cerca de 250 mil en Argentina.
La Asociación Civil Buena Vida, que acompaña a personas con enfermedades hepáticas, promueve activamente la necesidad de testear, especialmente para la hepatitis C. Esta es una infección que puede derivar en cirrosis, cáncer de hígado y requerir un trasplante, pero que se cura en pocas semanas con medicamentos que están disponibles en el país y que son cubiertos por obras sociales, prepagas y por el Estado.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 50 millones de personas viven con hepatitis C en el mundo 2 , pero aproximadamente el 80% desconocería su diagnóstico. 1
“La hepatitis C es un problema de salud pública, pero también una oportunidad: tiene cura al alcance de la mano, por lo que necesitamos encontrar a las personas que aún no saben que la tienen” , explicó Rubén Cantelmi , paciente curado y presidente de la Asociación Civil Buena Vida.
¿Quiénes deben testearse?
La hepatitis C se transmite principalmente por contacto con sangre infectada. Aunque desde 1992 se controla el uso de sangre segura en transfusiones y otras intervenciones, existen grupos que estuvieron expuestos antes de esa fecha y hoy tienen más riesgo de haber contraído la infección sin saberlo. Algunos de los principales factores de riesgo son:
● Haber recibido transfusiones o hemoderivados.
● Haberse sometido a un tratamiento de diálisis.
● Haberse realizado tratamientos odontológicos, cirugías o tatuajes.
● Haber usado drogas inyectables o elementos compartidos para el consumo de drogas.
● Haber estado privado/a de la libertad.
Esto demuestra que prácticamente cualquier adulto pudo haber estado expuesto a una situación de riesgo sin saberlo. Por lo tanto, todos deberíamos hacernos el test de la hepatitis al menos una vez y quedarnos tranquilos, o repetirlo con cierta periodicidad para mayor seguridad. El testeo es la única forma de saber si alguien tiene hepatitis C porque la infección en el hígado puede mantenerse silenciosa, sin manifestar síntomas claros, durante años o décadas.
«El test es simple, gratuito, rápido y está disponible en muchos centros de salud del país. Es un pinchazo mínimamente invasivo en el dedo, como el del control de glucemia, o puede estar incluido en análisis de sangre de rutina. Es una medida sencilla con la que puede evitarse un enorme problema de salud que pone en riesgo la vida» , agregó Cantelmi .
Microeliminación: un camino posible
En los últimos años, organismos internacionales como la OMS y la Alianza Mundial para la Hepatitis han impulsado la estrategia de microeliminación, que propone avanzar hacia la erradicación de la hepatitis C focalizando en poblaciones específicas y de alto riesgo. En lugar de esperar a que las personas se acerquen a los servicios de salud, esta estrategia propone llevar el testeo de forma proactiva a donde están quienes más lo necesitan.
En Argentina ya existen experiencias piloto en este sentido, como campañas de testeo en centros de atención primaria, cárceles, espacios de consumo y poblaciones vulnerables. También se están desarrollando dispositivos de testeo y confirmación del diagnóstico en simultáneo para simplificar los pasos y los tiempos hacia el inicio del tratamiento, acortando el camino a la cura de la hepatitis C.
«Eliminar la hepatitis C como amenaza para la salud pública es una meta alcanzable, pero requiere decisión política, financiamiento y participación de la sociedad civil. Necesitamos el compromiso de todas las partes involucradas: que la persona se acerque al centro de salud, que esa institución tenga pruebas disponibles, que se le haga seguimiento al paciente, que pueda realizar los estudios que sean necesarios, que le indiquen la medicación que corresponda y que su sistema de cobertura (privado o público) le entregue el tratamiento. Desde Buena Vida, trabajamos para acompañar cualquier obstáculo que aparecen en todos los pasos esos para que más personas se curen” , remarcaron.
Para mayor información, comuníquese con Buena Vida en forma gratuita al 0800-220-0288 o contactarlos en sus redes sociales: Instagram y Facebook.
(¨) Pablo Oribe de y para JM Oribe comunicaciónes