SE DESCUBRIÓ EL VERDADERO NEGOCIO DE TOPMKINS EN EL IBERÁ
Tras conocerse la noticia que la universidad de Harvard vendió las 88.000 hectáreas que tenía en Corrientes a un grupo argentino, información publicada por Clarín y divulgada por medios de prensa locales, quedaría certificado que el desaparecido magnate americano Douglas Tompkins, desembarcó en Corrientes para concretar una multimillonaria apuesta por la forestación, bajo el paraguas de la preservación de especies autóctonas de la fauna y flora del Iberá.
Esa cortina de humo, le funcionó a la perfección. Gran parte de esas miles de hectáreas, fueron adquiridas por Tompkins, floja de papeles y a través de cesiones de derechos de usurpadores, y otras por apropiaciones ilegales de personas ligadas al poder político.
Gracias a los buenos oficios de la Dirección Provincial de Catastro y el Registro de la Propiedad Inmueble, finalmente las inscribían a su nombre para después cederlas al empresario estadounidense, por unos buenos miles de dólares. Toda esa documentación, extrañamente fue robada del edifico de la calle 9 de julio al 1500. La justicia nunca averiguó nada.
Tompkins intervino monetariamente hasta en la reforma de la Carta Magna de Corrientes del 2007, para que las modificaciones al texto constitucional, no perjudiquen sus intereses sobre la extranjerización de las tierras. Sin embargo seguía apareciendo como un prócer del medio ambiente y el cuidado de la naturaleza, hasta que los propios estudiantes de Harvard descubrieron la maniobra.
Con sociedades anónimas y fondos de inversión creados para la tercerización del negocio, don Douglas comercializaba sus tierras con la casa de Altos Estudios norteamericana. Los humedales correntinos eran un vergel para los sembradíos de eucaliptos y Pinos que deben beber 20 litros de agua por día, y justamente en los Esteros, es lo que sobraba.
Tanto que allí los árboles crecen aproximadamente diez veces más rápido que en el hemisferio norte. Con los años el verdadero rostro del Iberá se fue modificando con las plantaciones, atacando al verdadero ecosistema del lugar. El reclamo de los alumnos fue una verdadera pesadilla para las autoridades de Harvard, hasta que en los últimos meses, aunque en realidad las conversaciones con capitales nacionales se iniciaron en 2018, decidieron vender sus grandes extensiones de tierra en Corrientes.
Central Puerto de las familias Reca, Miguens-Bemberg y Escasany, le hicieron una oferta, y terminaron comprándolas, convirtiéndose en la principal empresa de la industria forestal en el país. El dato interesante, es que el 8% de las acciones de la compañía pertenece al ANSES cuando se re-estatizó el sistema previsional que estaba en manos de las AFJP, uno de los grandes curros creados por el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Gracias a esta información, muchos argentinos sabrán donde fue a parar buena parte del dinero de sus jubilaciones. Hoy aparecen adquiriendo hectáreas en el propio Iberá, aunque usted no lo crea. Parte del patrimonio de todos los correntinos, facilitados por focos de la corrupción culminó en la nueva timba, llamada forestación. (Diario 1588)