TERRORÍFICOS DETALLES DEL ASESINATO DEL TÉCNICO DE INVAP BRINDÓ EL FISCAL
El fiscal que lidera la investigación del brutal homicidio en un edificio de Ruiz Moreno, explicó el lunes en una nota realizada por el colega Mario Sandoval por radio seis, que si bien el imputado se presentó voluntariamente, tuvo mucho tiempo para elaborar y definir una coartada. El detenido fue trasladado este lunes a la Comisaría de Dina Huapi.
El fiscal Marcos Sosa Lukman investiga desde el principio el homicidio de Gilberto Ceballos (60) en su departamento de un edificio de la calle Ruiz Moreno, por el que se entregó y confesó la autoría su ahijado Nicolás Roa (18), quien además vivía con la víctima hace cinco meses.
Inició las primeras actuaciones el viernes alrededor de las 16,30 tras hablar con el oficial de Servicio que recibió a Roa en la Comisaría Segunda y junto a la defensora oficial Paola del Río, personal de Criminalística, médicos forenses y otros especialistas, concurrieron al 4° piso B de Ruiz Moreno 155, donde se produjo el brutal homicidio de Ceballos, de 41 puñaladas, de las cuales 9 fueron en la cabeza. Estuvieron en ese departamento bañado en sangre por más de ocho horas, hasta la madrugada del sábado, de tantos indicios y pruebas para recolectar que había.
«Antes de subir e ingresar para las pericias, debimos recolectar indicios encontrados en la planta baja, impidiendo entrar a los vecinos al edificio, lo que recién pudieron hacer luego de recabar los primeros testimonios y ver las imágenes de las cámaras de seguridad», explicó Sosa Lukman al programa Engranaje de Radio Seis.
Repasó lo que definieron como la «ventana del crimen», entre las 23 del jueves y las 2 de la madrugada del viernes y señaló el impactante hallazgo del cadáver de Ceballos, quien murió desangrado en la bañadera del departamento, «luego de un padecimiento innecesario y extraordinario».
Explicó que pidieron al juez un plazo de cuatro meses para trabajar en la investigación que realiza con el respaldo del fiscal Jefe Martín Lozada, la fiscal adjunta Sofía Ocampo, y el abogado particular querellante Martín Govetto, para completar el cúmulo de indicios, pruebas y testimonios para sostener la acusación de homicidio agravado por alevosía y ensañamiento.
Dijo que en ese mismo lapso la defensa deberá trabajar en su antítesis, que atribuyó al homicidio una actitud de defensa ante un intento de abuso sexual, y eventualmente la emoción violenta como atenuante. «Nosotros nos centraremos en las casi 13 horas posteriores al hecho, hasta que se presentó en la Comisaría Segunda, en las que el sujeto pudo elaborar su coartada», señaló.
Aludió a la intensa discusión sobre el estado carcelario del Servicio Penitenciario Federal y de las celdas de comisarías de la Policía de Río Negro: «es política del Ministerio Público Fiscal disponer la prisión preventiva en establecimientos carcelario no en comisarías, porque no son aptas para estas medidas. No desconocemos la crisis carcelaria, pero insistimos en que deben ir a establecimientos adecuados», sostuvo sobre un caso impactante por su alevosía. (bariloche2000 y propia)