Gabriela Millamán, una de las docentes imputadas tomó hoy el micrófono decidida a ampliar su declaración indagatoria y anticipándose a la posterior declaración del testigo Alejandro Marelli, dió detalles de lo ocurrido desde la tragedia en el lago, donde falleció ahogada una niña de séptimo grado de la escuela 273.

Según narró el defensor les recomendó declararse culpables y tomar el camino de un juicio abreviado para atenuar la posible sanción penal, pero también planteó que entre los acusados se echaran la culpa unos con otros, para poder ir deslindando responsabilidades y eximir a algunos involucrados del caso.

Luego mantuvieron un encuentro entre los cinco docentes acusados y tomaron distintas posiciones. La propia Millamán, junto con Cantero, buscaron asesoramiento con Rodolfo Rodrigo y su hija María en el juicio. Arriagada se inclinó por Sebastián Arrondo y Marelli, se quedó con el defensor oficial (poco tiempo después fue sobreseido y quedó definitivamente desvinculado del caso).-

Se remplantearon con los otros imputados regresar a la defensoría pública, pero por intereses contrapuestos la defensa declinó la posibilidad de tomar el caso contra Cantero y Millamán.

“Si Marelli estuvo en el agua con Celeste, ¿cómo podía ser que termine sobreseído?”, se preguntó Millamán y agregó “A nuestra manera de ver esa persona es responsable”. Siguiendo la línea de su declaración, se desprende que Marelli luego adoptó el criterio que supuestamente había sugerido Ciciarello a los cinco imputados: “Después nos echó la culpa a nosotros, le echó la culpa a Malen”, disparó la acusada.

Tras su relato ocurrió una expresión del defensor Rodolfo Rodrigo que mereció un llamado de atención del juez del juicio Marcos Burgos. Le anunció que evaluaría aplicarle una sanción si sostenía ese comportamiento irrespetuoso ante el tribunal.

El letrado inició su expresión anticipando un pedido de disculpas por lo que iba a decir y completó la oración denunciando un “entongue entre la fiscalía y la defensa”.

A criterio de Rodrigo y de sus asistidas y del defensor Sebastián Arrondo en representación de Cristian Arriagada, la situación de Marelli, con un sobreseimiento que les pareció al menos prematuro, volvió a la escena a medida que avanzó su declaración como testigo en la audiencia desarrollada este miércoles por la mañana.

Al punto que los letrados no ocultaron su malestar por cierta reticencia o debilidad del testigo para contestar preguntas de la defensa, pero que parecieron esfumarse cuando las preguntas las hacía la parte acusadora.

Más tarde, Rodrigo tomó la palabra y volvió a iniciar la oración con un pedido de disculpas por haber expresado que existió un entongue entre la defensa y la fiscalía en torno al sobreseimiento de Marelli.

“La verdad que ahora después de haber escuchado el testimonio del señor me doy cuenta que me quedé corto”, fustigó al tiempo que señaló que se hacía cargo de lo que estaba diciendo.

Tras la declaración del docente Alejandro Marelli, se produjo un cuarto intermedio y el juicio se reanudó con la incorporación de los registros fílmicos en los que se grabaron las declaraciones de los menores involucrados en el trágico suceso, sin presencia de público ni prensa. (ElCordillerano y propa)