La acusación es por ser cometidos en contra de una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente, ser el autor de la guarda y corrupción de menores. El debate oral se llevó a cabo la semana pasada ante un tribunal colegiado.

El tribunal dispuso al finalizar la lectura del veredicto el inicio del plazo para la presentación de nuevo material probatorio para la audiencia de la cesura, a llevarse a cabo en los días hábiles posteriores a la feria. Fue extendida hasta ese momento procesal la medida cautelar de prisión preventiva.

Cabe recordar que a lo largo del juicio brindaron declaración operadora y una profesional de la SENAF, la propia vía que brindó su testimonio vía remota -dado que en la actualidad reside en otro país-, personas del entorno cercano de la víctima que escucharon su develación, la madre, profesionales intervinientes del Hospital Zonal Bariloche. Se agregan además los testimonios de la psicóloga del Cuerpo Médico Forense y la médica forense; sumado a los empleados policiales.

Durante los alegatos la fiscal jefe acompañada del fiscal del caso subrayó que «los hechos llevados a juicio fueron debidamente probados sin duda razonable». El defensor particular del imputado, al cerrar la ronda de alegatos solicitó que su defendido «sea absuelto de los cargos por los que fue acusado».

Los hechos atribuídos y que fueron objeto de este juicio sucedieron en fechas que no han sido determinadas con exactitud, pero comprendidas entre los últimos meses del año 2018 y diciembre de 2023, en dos domicilios diferentes de nuestra ciudad. En esas circunstancias el imputado abusó sexualmente en forma reiterada de la niña aprovechando la situación de convivencia preexistente y abusando coactivamente de la relación de autoridad que tenía a su respecto por tratarse de la pareja de su madre.

Estos constituyen el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de su realización y abuso sexual con acceso carnal, reiterados en concurso real entre sí, ambos agravados por ser cometidos contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente y por ser el autor del encargado de la guarda, en concurso ideal con el delito de corrupción de menores.