POR ACUERDO DE PARTES SE SOBRESEYÓ A QUIEN APUÑALÓ A UN CHOFER DEL TUP
El Juez Ricardo Calcagno dispuso el sobreseimiento de Tamara Vanesa Oyarzo, una mujer ligada a una causa de lesiones. Ofreció sus disculpas a la víctima y como parte de un acuerdo entre las partes quedó eximida de responsabilidad por el hecho.
En el marco de una audiencia semipresencial desarrollada en la jornada de este lunes, el juez Calcagno escuchó la posición del defensor oficial Marcos Ciciarello y el consentimiento brindado por la fiscal Silvia Paolini y, sin oposición de la parte querellante, dictó el sobreseimiento requerido.
Tamara Vanesa Oyarzo (38) había sido imputada por un hecho ocurrido en los primeros días de febrero del 2021, cuando abordó un colectivo del servicio de transporte urbano de pasajeros y, tras un breve intercambio de palabras, apuñaló al conductor de la unidad, valiéndose de un pequeño cortaplumas que tenía en su poder.
Según la acusación que había planteado la fiscalía, el hecho se produjo cuando el chofer de colectivos le reclamó el uso de tapabocas para subir a la unidad, lo que ocurrió en la intersección de las calles Moreno y Palacios.
Luego de que el chofer le solicitara que se pusiera el tapaboca que no portaba en ese momento, la mujer se ofuscó y comenzó a insultarlo. Inmediatamente el conductor le solicitó al hombre que acompañaba a Oyarzo que interceda. La mujer se acercó hasta el puesto de chofer y utilizando una navaja marca Stanley, lo atacó y le causó heridas en una de sus manos y en la zona costal derecha. Tras abandonar la unidad de transporte, la mujer resultó detenida a pocos metros, sin ofrecer resistencia.
Pero luego de ser imputada, a instancias de la defensa pública, se ordenó la realización de una serie de pericias que revelaron que la mujer padece diversos trastornos que exigen un tratamiento riguroso y un control estricto de medicamentos y de sus adicciones.
La investigación desplegada por el defensor no encontró ninguna novedad, ya que la mujer había sido examinada en reiteradas oportunidades a lo largo de los últimos veinte años.
Los profesionales que entrevistaron a la mujer concluyeron que la situación de Oyarzo supone «un altísimo riesgo de que repita conductas similares a las que se le imputan actualmente, con consecuencias negativas para sí y para terceros», si no se logra que adhiera férreamente a un tratamiento integral de su condición.
En la misma línea, apuntaron que la mujer requiere «condiciones de tratamiento rigurosas y cuyo control quede por fuera de su exclusiva responsabilidad, implicando ello no solo el abordaje medicamentoso de su epilepsia, sino el consumo problemático de alcohol y su déficit adaptativo en general».
Fueron muchos los profesionales y peritos judiciales que intervinieron a lo largo de la historia de la mujer y en todos los informes se describen situaciones de violencia, abusos, complejos lazos familiares desde temprana edad e ideaciones suicidas.
Oyarzo ya registraba una condena previa de dos años de prisión en suspenso impuesta en marzo de 2020, por dos causas en las que se analizaron delitos similares y no había dado cumplimiento a una serie de requisitos y pautas de conducta que le impusieron para sostener la condicionalidad de esa condena y así evitar la prisión.
A partir de todos esos informes, las partes intervinientes en el proceso lograron un acuerdo y resolvieron cerrar el caso tras un pedido de disculpas de la mujer hacia el damnificado por el hecho, con lo que no habiendo controversias entre las partes, el juez Calcagno dispuso el sobreseimiento definitivo de la mujer, que actualmente no reside en Bariloche.