UN TROZO DESTACADÍSIMO DE LA HISTORIA RECIENTE YA TIENE SU LUGAR EN NUESTRA CIUDAD

EL MIRAGE III EA, UNO DE LOS QUE PORTARON LOS MISILES QUE TANTO DAÑARON LOS BARCOS BRITÁNICOS EN MALVINAS, GRACIAS AL ARROJO DE NUESTROS PILOTOS SERÁ EL QUE PRESIDA EL MEMORIAL MULTIESPACIO DE MALVINAS EN LA COSTANERA.-
Desde muy temprano, el imponente avión partió del Aeródromo Nahuel Huapi y recorrió la ciudad por la traza Aeroclub – Ruta 40 Norte – Comandante Luis Piedrabuena – 12 de Octubre mano sur, despertando sorpresa y orgullo a su paso. Vecinos y turistas se acercaron para verlo pasar y lo acompañaron entre aplausos, celulares en alto y miradas conmovidas.
Uno de los momentos más emotivos se vivió frente a la Escuela Primaria N° 266: los alumnos, sorprendidos y entusiasmados, salieron al patio y entonaron el Himno Nacional Argentino mientras el Mirage pasaba frente a ellos, en una escena que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.
La caravana culminó en el Puerto San Carlos, donde los Veteranos de Malvinas se fotografiaron junto al avión, rodeados de vecinos que no quisieron perderse la oportunidad de saludarlos y agradecerles por su entrega.
El operativo de traslado fue coordinado por la Secretaría de Protección Ciudadana a través de la Subsecretaría de Protección Civil y la Subsecretaría de Tránsito y Transporte, con la participación del Cuerpo de Seguridad Vial de la Policía de Río Negro, la CEB, Vialidad Nacional, la Fuerza Aérea Argentina y Veteranos de Malvinas, garantizando la seguridad y el orden durante todo el recorrido.
El Mirage III EA fue donado por la Fuerza Aérea Argentina y reconstruido en los talleres de Río Cuarto. Este avión no es uno más: es el último Mirage de su tipo y participó en dieciséis intervenciones durante la Guerra de Malvinas, cuatro de ellas comandadas por el piloto barilochense Jorge Luis Huck.
Si bien Huck no estuvo presente hoy, será protagonista el próximo sábado 6 de septiembre de 2025 a las 15 horas, durante la inauguración oficial del Memorial, donde también se presentará uno de los cascos que usó durante la guerra.
La jornada no solo marcó la llegada de una pieza histórica invaluable, sino que también se transformó en un encuentro de generaciones, con vecinos que compartieron recuerdos, niños que hicieron preguntas curiosas y Veteranos de Malvinas que, con humildad, respondieron cada saludo y palabra de reconocimiento.