Patricia Bullrich volvió a dar declaraciones ofensivas para Chile. Ahora dijo en un encuentro sobre narcotráfico realizado en Bariloche que la causa de la delincuencia en el sur del país se deben a «modalidades delictivas» que vienen de Chile.  La ministra acusó a los chilenos de la compra de inhibidores de vehículos que, según ella, provienen del otro lado de la frontera para abrir autos y desactivar alarmas del lado argentino.

La funcionario asegura que desde el país trasandino viene la «modalidad de utilizar inhibidores para abrir y robar vehículos llegó desde el otro lado de la frontera, ya que en territorio chileno son elementos de uso libre, que la gente compra como telecomandos de uso hogareño». «Que no se me enoje Boric, que antes se me enojó, pero esto es cierto», se atajó Bullrich.

En abril, Patricia también se metió en un conflicto con Chile al decir que el grupo terrorista Hezbollah tenía presencia en Iquique, al norte del país. Boric la cruzó por eso y ordenó enviar una nota de queja formal que obligó a la ministra argentina a disculparse.

Ahora, el embajador chileno José Antonio Viera-Gallo lamentó los dichos de la ministra y señaló que «se tienen tonos muy distintos» en ambos países. Además recordó que los detenidos y procesaos por ese delito en la región, son todos argentinos.-

Hay tres millones de personas que cruzan la frontera, una frontera de 5.700 kilómetros de longitud, hay no sé cuántos pasos. Ojalá no hubiera todo esto que estamos hablando, pero los dos países tienen sus problemas de seguridad», agregó.

El diplomático chileno planteó que «se ha hablado a veces de que hay un cierto contrabando de armas que viene de Argentina a Chile. También había muchachos chilenos jóvenes que eran contratados por el crimen organizado para ayudar a hacer asaltos en algunos lugares en Argentina».

«La colaboración permanente entre las policías, con Interpol, y la relación también bastante fructífera entre las fiscalías de ambos países. Tenemos una colaboración policial muy estrecha con la República Argentina, con sus autoridades y con las provincias, especialmente con la provincia de Santa Fe, la ciudad de Rosario, que es un puerto donde ha habido mucho narcotráfico, muchos problemas», concluyó.

Desde la oposición al gobierno de Boric también la cruzaron y el diputado Tomás de Rementería de tener «una fijación con Chile». A su vez, el senador Demócrata Cristiano Iván Flores recordó las acusaciones anteriores de la titular de la cartera de Seguridad y exigió: «Espero que en este caso tenga pruebas concretas».

No es la primera vez que el gobierno de Boric tiene un entredicho con un funcionario de Milei. Al mes de haber asumido, Bullrich declaró que la mayoría de la droga que entra a la Argentina viene por Chile y generó una reacción del ministro de Justicia de Chile, Luis Cordero.

A su vez, el día del triunfo en el balotaje, Victoria Villarruel expresó su preocupación por la situación en la Araucanía chilena y un posible «derrame en el sur argentino», lo que generó tensión con Boric aunque en ese momento decidieron no presentar ninguna queja pública para no complicar la relación con un gobierno que recién había sido electo.

or último y en un episodio más reciente, el embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, fue acusado de maltratar a diplomáticos chilenos. El ex canciller de Macri habría dicho que «Argentina ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer», en un evento en el lado argentino del Paso Los Libertadores el pasado 15 de marzo.