COLHUÉ HUAPI, EL GIGANTESCO LAGO PATAGÓNICO QUE SE SECÓ POR COMPLETO
En el pasado llegó a tener más de 700 kilómetros cuadrados y hasta cuatro metros de profundidad. Hoy aparece ante la vista de los turistas como un enorme desierto. Quienes tuvimos oportunidad de conocerlo en su esplendor, nos parece increíble que hoy sólo sea un desierto. Y encima hay que escuchar a terraplanistas que sostienen que el cambio climático no es tan importante….
Al sur de la provincia de Chubut, cerca de su límite con Santa Cruz, durante miles de años existió un lago, llamado Colhué Huapi, que hace menos de una década se secó por completo.
Si bien llegó a cubrir una superficie de más de 700 kilómetros cuadrados y alcanzó hasta cuatro metros de profundidad, perdió toda su agua y hoy aparece ante la vista de los turistas como un enorme desierto, repleto de dunas problemáticas.
Junto a los restos del Colhué Huapi, está el lago Musters. Y, a pesar de que está repleto de agua, experimenta un retroceso. Es por eso que ya se tomaron medidas para evitar que tenga el mismo destino que su vecino.
Hace más de 10.000 años, el lago Colhué Huapi y el lago Musters conformaban un solo espejo de agua gigantesco y profundo. Este panorama se mantuvo hasta el año 1.600 a. C.
A partir de esta época, una gran porción de tierra, que llegó a tener 12 kilómetros de extensión, los separó. Allí, cientos de años después, se instalaron grandes poblaciones nativas de cazadores y recolectores.
La historia siguió su curso, el paisaje se urbanizó y el 21 de junio de 1897 se fundó, a mitad de camino entre el Colhué Huapi y el Musters, la localidad de Sarmiento que, en la actualidad, representa el hogar de más de 14.000 personas.
En aquél momento, muchos vecinos, así como también los turistas que frecuentaban esta zona de la Patagonia en verano, disfrutaron de largas jornadas de nado en el agua de ambos lagos.