DIFÍCIL DE ENTENDER: «PIDO DISCULPAS, NO ESTABA EN MIS CABALES, ESTABA DROGADO» CUANDO LO MATÓ
“Me dirijo con el debido respeto y pido perdón por haberle sacado la vida a una persona y haber dejado a una familia sola”, manifestó Alfredo Segundo Marín, de 19 años, condenado por la muerte de Martín Almonacid Ferro en marzo de este año en el barrio Vivero.
Obviamente, la familia de la víctima estalló en llanto y Marín continuó: “Le pido perdón a Dios y la familia. No estaba en mis cabales. Estaba drogado. Pido disculpas de corazón”.
Muy difícil de aceptar y mucho menos aún, que la irresponsabilidad de haber estado drogado, de no estar en sus cabales, sea un atenuante a un homicidio absolutamente irreversible y de la destrucción de una familia.
¿Asi que la irresponsabilidad de drogarse debe ser entendida y la muerte de una persona no? Porque todos se fijan en el futuro del asesino y no en la vida truncada por un irresponsable. MUY DIFÍCIL DE ENTENDER Y MUCHO MÁS AÚN, DE ACEPTAR.-
La Fiscalía citó a la médica psiquiatra Verónica Martínez, del Cuerpo de Investigación Forense quien manifestó que «No podemos pensar que hubo una ausencia de comprensión cuando en tres cartas Marín vuelca una situación de culpa y un pedido de disculpas”
A raíz de un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, Marín fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión por asesinar a Almonacid Ferro, de tres puñaladas. El tribunal conformado por Bernardo Campana, Romina Martini y Gregor Joos decidió por unanimidad convalidar el acuerdo.
¿Los acuerdos hacen justicia o sólo concluyen expedientes? Una pregunta que rondó otra vez una sentencia.-