Dos hermanos argentinos podrán conocer a su bisabuela en chile después de diez años
Hace más de una década, dos hermanos, de 11 y 13 años, han vivido con la esperanza de conocer a su bisabuela que reside al otro lado de la frontera, en Chile. La madre, consciente de la importancia de los lazos familiares y la riqueza de la historia compartida, ha perseverado incansablemente para que sus hijos pudieran realizar este anhelado viaje.
La complejidad de la situación radicaba en el hecho de que el padre de los niños, de manera sistemática y sin motivo aparente, se negaba a firmar la autorización necesaria para que sus hijos pudieran salir del país. Según el artículo 645 del Código Civil y Comercial de la Nación, la autorización de ambos progenitores es obligatoria para viajar al extranjero. Sin embargo, este mismo artículo otorga al juez la facultad de suplir la negativa injustificada de uno de los progenitores, especialmente cuando se considera el interés familiar.
En una audiencia en el juzgado de Familia de Cipolletti, el padre no se presentó, reafirmando su postura de negativa sin proporcionar razones. Ante esta situación, el juez dictó un fallo autorizando a los hermanos a viajar a Chile para visitar a su bisabuela.
La decisión del magistrado no solo consideró la falta de justificación del padre, sino que también se basó en el Interés Superior del Niño, respetando la Convención de los Derechos del Niño, que reconoce el derecho de la niñez al descanso, esparcimiento, juego y participación en la vida cultural. Además, la Observación General 14 del Comité de los Derechos del Niño respaldó la decisión judicial.
El permiso concedido no solo permitirá a los hermanos finalmente conocer a su bisabuela a mediados de febrero, sino que se extendió hasta su mayoría de edad. Esta medida evita que los niños tengan que recurrir al Poder Judicial cada vez que deseen desplazarse desde Cipolletti, asegurando así que puedan disfrutar plenamente de su tiempo de ocio y recreación con su familia materna en Chile.
La resolución judicial no solo desbloqueó las puertas del viaje sino que también allanó el camino para futuras experiencias familiares, todo en beneficio del interés familiar y el bienestar de los hermanos.