EMPRESA, CHOFER Y ASEGURADORA DEBEN INDEMNIZAR A PASAJERA TRAS UN VUELCO
Una empresa de colectivos, su aseguradora y el chofer deberán indemnizar a una pasajera que sobrevivió a la caída del micro dentro de un desagüe. Los 54 pasajeros que iban en el colectivo pudieron salir por sus propios medios o fueron rescatados mientras el agua ingresaba peligrosamente al transporte.
El accidente ocurrió en la Ruta 22, a unos pocos kilómetros al oeste de Roca. La explosión de un neumático hizo que el chofer perdiera el control de la unidad y cayera al desagüe de la margen norte de la ruta.
La pasajera, quien tenía 47 años al momento del accidente, demandó a la empresa y al conductor. Indicó que sufrió una fractura de costilla, politraumatismos y graves secuelas psicológicas con episodios de pánico y sueños reiterados. En la acción judicial reclamó ser indemnizada por la incapacidad laboral derivada de la lesión, el daño moral y los gastos psicológicos, médicos y farmacéuticos.
Al presentarse al expediente la empresa de colectivos sumó a su aseguradora como parte en el proceso. Si bien reconoció la existencia del siniestro, atribuyó la responsabilidad al Estado, por el mantenimiento deficiente de la Ruta.
Sostuvo que el reventón del neumático fue un “caso fortuito o de fuerza mayor”, porque “constituyó un hecho imprevisible e inevitable que resultó desencadenante del accidente, sin que el chofer pudiera evitarlo”.
Por la cantidad de víctimas que tuvo aquel siniestro en 2014, se iniciaron varias demandas similares en los últimos años. Desde que el hecho fue reconocido por la empresa demandada, ya no fue necesario discutir su existencia ni las circunstancias en las que ocurrió el vuelco.
Es por eso que en cada proceso individual se analizó si estaban probados los daños invocados por cada demandante y, en caso afirmativo, cuál era el monto de las indemnizaciones correspondientes.
En este caso, las pericias médicas y psicológicas confirmaron secuelas de un trastorno por estrés post traumático en la mujer, con una incapacidad parcial que puede revertirse con un adecuado tratamiento psicoterapéutico.
La mujer “logró acreditar la incapacidad psíquica que alegó, ya que demostró que las secuelas psíquicas son las que en la actualidad afectan su vida de relación y con clara repercusión patrimonial”.
La sentencia del Juzgado Civil N° 3 de Roca también reconoció la indemnización solicitada por gastos por tratamiento psicológico, gastos médicos y farmacéuticos y finalmente el rubro del daño moral.